LA COPARTICIPACIÓN FEDERAL DE IMPUESTOS Y LA DESIGUAL DISTRIBUCIÓN

A pesar de ser un régimen constitucional, la Coparticipación Federal de Impuestos en Argentina ha generado una distribución desigual de los recursos entre el Estado Nacional y las provincias. Este sistema ha creado disparidades entre las regiones del país, generando provincias ganadoras y perdedoras.

Actualidad14 de junio de 2023Christian DeviaChristian Devia
coparticipacion-argentina
coparticipacion-argentina

La Coparticipación Federal de Impuestos, un régimen de rango constitucional, tiene como objetivo coordinar la distribución de la recaudación tributaria nacional entre el Estado Nacional y las provincias argentinas. Sin embargo, a lo largo de los siglos, se ha observado una distribución desigual de los recursos entre las provincias, lo que ha generado una fuerte disparidad en términos de producción y recursos coparticipables en cada región. Este esquema ha llevado a la existencia de provincias que aportan poco y reciben mucho de la nación, y viceversa, creando un desequilibrio en el sistema.

Si observamos la carga fiscal global, que representa aproximadamente el 30% del Producto Bruto Interno (PBI), el 85% corresponde a impuestos nacionales, mientras que el 15% proviene de impuestos recaudados directamente por las provincias.

Sin embargo, la distribución de recursos a través de la coparticipación representa alrededor del 8% del PBI para todas las provincias en conjunto. En el año 2022, la recaudación tributaria alcanzó casi 20 billones de pesos argentinos, con excitación el 67,8% de los ingresos, seguidos por los recursos de la seguridad social (20,8%) y los derechos y tasas de importación y exportación (11,5%).

La distribución de recursos a través de la Coparticipación Federal de Impuestos no guarda proporción con el número de habitantes ni con la actividad económica de cada provincia.

Según datos del Ministerio de Hacienda, la región central del país, que concentra el 74,2% de las actividades económicas y el 64,4% de la población, recibe solamente el 46,5% de los recursos distribuidos. Por otro lado, las regiones del NEA, NOA y Nuevo Cuyo reciben proporcionalmente más recursos de los que aportan al PBI. Estas disparidades evidencian que la distribución federal de los recursos no es equitativa y plantea interrogantes sobre la eficacia del sistema.

Si analizamos la distribución a nivel provincial, encontramos que solo 6 provincias aportan al sistema, mientras que el resto recibe más recursos de los que producen.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es una de las más perjudicadas, con una diferencia de -16 puntos porcentuales entre lo que recibe y lo que aporta al PBI nacional. Sin embargo, en términos de recursos per cápita, la provincia de Buenos Aires es la más afectada, con una diferencia de -12,5 puntos porcentuales entre lo recibido y coparticipado. 

De todos modos, no es la más perjudicada en términos de recursos per cápita; este lugar se lo llevó la provincia de Buenos Aires. El territorio bonaerense tuvo una diferencia de -12,5 puntos porcentuales entre lo recibido y coparticipado y además, la diferencia porcentual entre los transferencias recibidas y sus habitantes fue de -15,6%. El resto de las provincias aportantes al sistema durante el año pasado fueron Santa Fe, Neuquén, Chubut y Mendoza.

Luego, las provincias más beneficiadas por el esquema de coparticipación durante el 2022 fueron: Chaco, Formosa y Santiago del Estero. Estas provincias tuvieron una diferencia de 3,6; 3 y 2,9 -respectivamente- entre lo recibido en transferencias y lo que aportaron al PBI.

Con información de IProfesional.

Tabla de coparticipación

   

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter de #LA17