BELOSO, UN LOCO QUE DEJÓ UNA HUELLA EN EL MAR Y EN PUERTO MADRYN

Hace años se nos fue, ya 21, pero Carlos "Loco" Beloso dejó una huella en el mar y en Puerto Madryn y siempre será recordado, como el loco que se metía al mar y siempre pescaba algo.

Belloso nadaba unos tres mil metros mar adentro y baja con su arpón hasta un barco hundido hace muchos años donde se ha formado un barco de peces.

En una entrevista que le hicieron en TN, Beloso destacó: 

- Tengo que sumergirme, ubicar la pieza, arponearla, dispararle de cerca, inmovilizarla y sacarla. Una sola pieza por día, la más grande que encuentre.

- ¿Y qué hace con ella?

- Me la como. Si sobra, se lo doy a algún vecino.

Cabe destacar que una vez se hizo un campeonato argentino de caza submarina en Puerto Madryn. El primer día, Beloso estaba descompuesto, no pudo manejarse bien y logró un puntaje muy bajo. El segundo día se conjuró para buscar una presa muy grande, cazó una raya de considerable tamaño, pero el jurado rechazó su trofeo, que exhibía al bote del jurado desde la superficie del mar.

En una entrevista que dió hace más de dos décadas, Beloso contó  una anécdota muy graciosa y destacó: "Tenía un amigo con quien hacía caza submarina, Roberto González Corbacho, muy buen cazador con quien competí en Chile en un campeonato y cuya especialidad era el salmón  a la parrilla. Una vez me dijo que quería comer un salmón cazado por mi. Cazar ese salmón me costó muchísimo ya que tenía que bajar a 15 o 18 metros, disparar, tomarlo y subir. Cuando volvía hacia mi casa  con el pescado, de acuerdo con mi tradición de pasearlo pro el centro, pasé por un bowling, donde ahora está el supermercado Madryn y era de propiedad de Chachi Díaz para cumplir con un encargo que me habían mandado. Dejé el salmón en la puerta, cumplí con lo que tenía que hacer, me tomé un café y, cuando salí, el salmón no estaba. Me dio tanta bronca que fui a la Policía, armé un escándalo tan grande que salieron policías a buscar el salmón. Los que me lo habían robado eran unos muchachos amigos que estaban en un bar de enfrente, llamado Aldo Bar, con la idea de prepararlo e invitarme a la noche a comerlo. Como hice tanto escándalo no me invitaron y se lo comieron, poniéndole mi nombre con mayonesa" (entrevista en el periódico TRANSPARENCIA, 1991).