ENCAPUCHADOS QUIEREN SER AMPARADOS POR LA CONSTITUCIÓN

Lamentable fue la declaración de la senadora Juliana Di Tullio, que ignoró el atentado contra un medio de prensa como Cadena 3, a quien le quemaron un móvil y golpearon a sus periodistas, quien justificó la acción sobre el precepto constitucional del derecho a manifestarse.

La Constitución Nacional ampara el derecho a manifestarse pero no ampara la violencia, de ninguna manera ampara que se ponga en riesgo la vida de un trabajador, en este caso de prensa, trabajador al fin. Que una integrante del Honorable Congreso de la Nación, la senadora Juliana Di Tullio le haga poco honor al Congreso deja en claro el enorme deterioro que el kirchnerismo le ha proporcionado a la Casa de las Leyes.

Grupos organizados para generar violencia, miedo, terror, genera enorme rechazo en la sociedad. No entienden estos sectores que la democracia ejerció su derecho y les guste o no, Javier Milei es un presidente constitucional y en tal caso, hay herramientas en la democracia para actuar si fuera necesario, pero no, eligen la violencia, a sabiendas que no los va a legitimar la sociedad, y mucho menos el votante.

Esos grupos que actuaron en la jornada de miércoles, con sus socios del Polo Obrero, socio del kirchnerismo a la hora de generar disturbios, tienen sede en la región. ¿O acaso no han cortado innumerables veces la ruta en el acceso a Trelew? ¿O acaso no fueron socios del madernismo para llevar a Trelew a una situación sumamente difícil? ¿O acaso no extorsionaron y extorsionan buscando que se le entreguen tierras para seguir fomentando el pobrismo en Trelew? ¿O acaso no hay integrantes de esos sectores involucrados en el intento de prender fuego el diario El Chubut con sus trabajadores adentro?

Se podrán discutir muchas cosas del actual gobierno, pero lo que está claro es que hay gran parte de la sociedad votó en contra de los violentos, de los corruptos, de los millonarios sindicalistas que dicen defender a los trabajadores pobres y de los políticos prebendarios que han deteriorado la política a un estado terminal.

Nunca la violencia será una solución, pero debe saberse que es una herramienta de quienes no pueden convencer desde la razón. Después de la violencia, hubo genuinos cacerolazos de ciudadanos que entienden que no están de acuerdo con la ley de bases, como también de apoyo, pero de ciudadanos en serio, que a las diferencias las solucionan desde el dialogo, en democracia.