


Diego Martínez presentó su renuncia como entrenador de Boca Juniors tras la derrota por 2-0 ante Belgrano. Este resultado marcó la tercera caída consecutiva del equipo y selló su salida.


Martínez dirigió 45 partidos con una efectividad del 55%, obteniendo 20 victorias, 15 empates y 10 derrotas. Sin embargo, los malos resultados en los clásicos ante Racing y River erosionaron su relación con el plantel y la dirigencia.
El punto de quiebre ocurrió tras la eliminación en los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro, sumado a la derrota en el superclásico en La Bombonera frente a un River alternativo. Desde ese momento, el equipo no encontró rumbo y las derrotas se acumularon.
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En su gestión, Martínez enfrentó varias decepciones. La primera fue ante Estudiantes de La Plata, cuando Boca cayó en semifinales por penales. A esto se sumó la eliminación en la Copa Sudamericana, que dejó al equipo sin refuerzos clave debido a problemas administrativos.
El golpe final llegó en Córdoba, donde el equipo volvió a mostrar una falta de cohesión y errores defensivos. La dirigencia decidió respaldar a Martínez, pero los resultados no mejoraron, y tras la derrota, la relación entre el técnico y el plantel se quebró definitivamente.
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Con esta renuncia, Boca inicia la búsqueda de un nuevo entrenador en medio de una crisis futbolística. El equipo se encuentra duodécimo en la Liga Profesional y aún compite en la Copa Argentina, donde enfrentará a Gimnasia de La Plata en los cuartos de final.









