ANIVERSARIO: UN HISTÓRICO DE FERRO EN #LA17

Coco Zapiola, figura emblemática del club, compartió recuerdos y reflexiones sobre el crecimiento de Ferro, un club que se transformó gracias a los vecinos.

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Coco Zapiola
Coco Zapiola, figura emblemática del club

“El club me dio la oportunidad de dar amor y recibirlo a través del deporte”, resaltó emocionado Coco Zapiola, en una charla con #LA17.

El club, fundado en 1953, enfrentó desafíos en sus primeros años. En 1979, estaba al borde del abandono. Solo una cancha de fútbol y un bar mantenían actividad. La pasión de sus socios lo revitalizó, comenzando con la construcción de la cancha de pelota a paleta, idea liderada por Zapiola y otros socios.

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Pinocho González y otros visionarios iniciaron la obra. El proyecto marcó un renacimiento. Desde allí, Ferro no dejó de expandirse, sumando disciplinas y ganando adeptos.

Hoy, Ferro es sinónimo de inclusión y deporte. Las actividades van desde gimnasia infantil hasta deportes para todas las edades. Zapiola subrayó que “el verdadero capital del club son los chicos”, evitando depender de actividades como el fútbol que, aunque populares, traen problemas financieros a los clubes pequeños.

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La gestión comunitaria fue clave. “Ser socio no es solo pagar una cuota, es ser parte del club”, enfatizó. Esta filosofía transformó la participación de los vecinos, quienes entendieron que mantener las instalaciones era tarea de todos.

El crecimiento de Ferro incluyó también la construcción de nuevas instalaciones, como la pileta en el área conocida como “Ferro 2”. Las obras fueron posibles gracias al apoyo de los socios y de la comunidad. “Hemos hecho todo con esfuerzo y la ayuda de todos”, comentó.

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A lo largo de los años, Ferro recibió colaboraciones de empresas y particulares. El apoyo municipal también fue esencial, con Osvaldo Sala, intendente en los 80, poniendo el primer ladrillo en la cancha de paleta. “Siempre agradecí ese gesto”, afirmó.

Ferro se ganó el cariño de la comunidad y la confianza de nuevas generaciones. Hoy cuenta con unos 2.000 socios activos, una cifra que refleja su éxito como espacio de contención y encuentro. “El club es nuestra casa”, resumió Zapiola.

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A sus 81 años, Zapiola sigue activo en la cancha, demostrando que el amor por Ferro y su historia es inquebrantable. Para él, cada rincón del club es un símbolo de los sacrificios compartidos y del esfuerzo mancomunado que definió su crecimiento.

   

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