


Este viernes al mediodía, las futbolistas de River que se encontraban en la Penitenciaría Femenina de Sant’Ana, en San Pablo, fueron liberadas. La detención ocurrió tras los incidentes durante el partido ante Gremio, donde fueron acusadas de actos racistas.
Las gestiones legales de River, AFA y Conmebol resultaron cruciales para su liberación. Desde el sábado, las jugadoras habían estado incomunicadas tras su traslado al centro penitenciario.
OTRAS NOTICIAS:
La primera solicitud de hábeas corpus presentada por la abogada Thais Sankari fue rechazada. Como resultado, las futbolistas pasaron la Nochebuena y la Navidad en prisión.
«La Justicia finalmente ordenó la liberación del servicio penitenciario este viernes», informaron fuentes cercanas al caso. Este es un alivio para sus familias y el club.
OTRAS NOTICIAS:
Aunque recibieron la orden de excarcelación, las futbolistas no tienen permiso inmediato para regresar al país. Por el momento, deberán permanecer en San Pablo mientras continúa el proceso judicial.
El equipo legal de River indicó que las jugadoras se alojarán en un departamento en la ciudad. Una nueva presentación judicial será necesaria para determinar si pueden salir de Brasil.
OTRAS NOTICIAS:
«El primer paso fue su liberación, ahora esperamos resolver su situación definitiva», comentaron fuentes del club.
La feria judicial en Brasil, que se extiende hasta el 6 de enero, podría retrasar el proceso. A pesar de este obstáculo, las jugadoras y sus familias celebran el avance logrado.
Los hechos que llevaron a su detención ocurrieron durante el partido entre River y Gremio. Las acusaciones de actos racistas derivaron en su arresto el viernes pasado. Aunque las futbolistas expresaron arrepentimiento, la Justicia brasileña aún debe resolver las condiciones para finalizar el caso.



