


El partido entre Argentina y Brasil terminó con tensión y dos figuras afectadas. Alex Woiski dejó la cancha en camilla tras una dura infracción. Claudio Etcheverri también tuvo que ser reemplazado por una molestia.
A los 42 minutos del segundo tiempo, Igor Serrote golpeó violentamente a Woiski. El delantero hispano-argentino quedó tendido en el suelo, llorando de dolor. La gravedad del golpe obligó su traslado inmediato al hospital.
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El entrenador Diego Placente no ocultó su enojo. “Era para tarjeta roja y nunca la dieron”, declaró con indignación. El clima de bronca se extendió hasta el final del partido.
Tras el pitazo final, los jugadores de ambos equipos intercambiaron provocaciones. Serrote señaló las cinco estrellas del escudo brasileño con ironía. Franco Mastantuono respondió con dureza.
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“Seis te comiste, muerto”, lanzó Mastantuono, recordando la goleada argentina en fase de grupos. El cruce aumentó la tensión entre ambos planteles. La seguridad debió intervenir.
Más allá del conflicto, Argentina lamentó el empate. “Nos vamos con tristeza, el partido era nuestro”, dijo Echeverri. El Diablito quedó disconforme con el desenlace.
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A pesar de su molestia, el capitán no pierde la fe. “Tenemos chances de ser campeones”, aseguró el enganche de River. Su actitud es clave para el ánimo del equipo.
El gol de Echeverri tuvo un valor histórico. Se convirtió en el primer jugador en marcarle a Brasil en cuatro clásicos seguidos. Su racha lo consagra como una de las figuras del torneo.
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El parte médico encendió las alarmas. Woiski sufrió un traumatismo abdominal y podría estar afuera hasta dos meses. Su recuperación es incierta.
La situación de Etcheverri es más alentadora. El capitán tiene un esguince leve y podría jugar ante Paraguay. El cuerpo técnico evaluará su evolución en los próximos días.
Argentina definirá su suerte el domingo. La Albiceleste se juega el título ante Paraguay. Todo el plantel está enfocado en esa final.



