


Tomás Etcheverry tuvo un gran debut en el ATP de Río de Janeiro al imponerse por 6-3 y 7-6 (1) ante el francés Corentin Moutet. El argentino manejó el partido con autoridad y liquidó el encuentro en dos sets sin permitirle grandes oportunidades a su rival. La victoria lo coloca en la siguiente fase con expectativas de seguir avanzando en el torneo.
En el primer set, Etcheverry impuso su ritmo con un juego sólido desde el fondo de la cancha. Con golpes precisos y una mentalidad firme, dominó a su rival y cerró el parcial con un contundente 6-3. El francés no encontró respuestas ante la intensidad del argentino.
El segundo set fue más parejo, con Moutet mejorando su juego y obligando a Etcheverry a disputar un tie-break. El europeo creyó que podía cambiar el rumbo del partido, pero el platense no perdió el control y lo arrasó en el desempate con un aplastante 7-1. Así selló su clasificación con autoridad.
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En el balance estadístico, el francés solo superó a Etcheverry en cantidad de aces, con un registro de 4 contra 2. El argentino fue superior en todos los demás rubros, destacándose en la efectividad del primer servicio, puntos de recepción ganados y break points convertidos. Su consistencia le permitió imponerse con claridad.
Por otro lado, Sebastián Báez también consiguió un triunfo importante al vencer a Román Andrés Burruchaga por 6-3 y 7-5. El primer set mostró a un Báez muy firme, sin errores no forzados y con una intensidad que dejó sin respuestas a su rival. Logró imponer su ritmo y sacó ventaja en los momentos clave.
En el segundo parcial, Burruchaga intentó reaccionar y llevó el set a un desarrollo más ajustado. A pesar del esfuerzo, no logró quebrar la solidez de Báez, que cerró el partido con un 7-5 tras aprovechar su oportunidad en los games decisivos. Con este resultado, Báez avanzó a la próxima ronda del torneo.
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El análisis del partido mostró que Báez fue superior en la mayoría de los aspectos estadísticos. El argentino dominó en puntos ganados con el primer y segundo servicio, además de marcar la diferencia en los break points convertidos.
Burruchaga tuvo algunos momentos destacados, pero nunca logró quebrar el control de su rival. La diferencia más amplia entre ambos se dio en el porcentaje de puntos ganados con el segundo servicio, donde Báez tuvo un 88% de efectividad contra el 58% de su oponente. Esa ventaja fue clave para inclinar la balanza a su favor.



