ASEGURAN QUE "EL BANCO NACIÓN NO SE VA A PRIVATIZAR"

El Banco Nación sigue en el centro del debate político y económico tras la intención del Gobierno de modificar su estructura. La decisión del juez Alejo Ramos Padilla puso un freno a la privatización, fortaleciendo las voces en defensa del carácter público de la entidad. Desde distintos sectores advierten que cualquier cambio en la naturaleza del banco podría afectar seriamente la economía nacional.

En diálogo con #LA17, Daniel Schenkel, secretario adjunto de la Bancaria, expresó su preocupación por las medidas oficiales que buscan transformar al Banco Nación en una Sociedad Anónima. "El Banco Nación no se va a privatizar", afirmó, asegurando que la lucha por su continuidad como entidad estatal continuará. Según el dirigente sindical, la intención del gobierno es debilitar su rol como banca pública.

La privatización del Banco Nación implicaría un fuerte impacto económico para el país. Los recursos que hoy se destinan a fortalecer el crédito interno pasarían a manos de grupos privados, reduciendo la capacidad de financiamiento de sectores productivos. Además, las utilidades de la entidad, estimadas en 2400 millones de pesos, quedarían fuera del alcance del Estado argentino.

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Schenkel destacó que el Banco Nación es una institución clave con 540 sucursales en todo el país. En muchas localidades, es el único banco disponible, brindando acceso financiero a miles de personas que quedarían desprotegidas con una eventual privatización. Además, la entidad ofrece programas de beneficios que facilitan el consumo y el acceso a créditos.

La decisión del Gobierno de avanzar con la transformación del banco en una Sociedad Anónima generó malestar en distintos sectores. El dirigente recordó que, según la Ley Bases, la entidad debía quedar fuera de los planes de privatización, pero el Ejecutivo insistió con un decreto. Esto fue interpretado como un intento de modificar las reglas establecidas por el Congreso.

El sindicalista denunció que el gobierno utiliza otras estrategias para desviar la atención del conflicto. "El escándalo de las criptomonedas es solo una distracción para ocultar lo que están haciendo con el Banco Nación", sostuvo Schenkel. Según él, la maniobra busca desactivar el debate sobre la privatización.

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En algunas provincias, las políticas de ajuste ya comenzaron a afectar la operatividad del Banco Nación. En La Pampa, por ejemplo, se cerraron sucursales como parte de un plan de reducción de costos. Esta situación preocupa a los trabajadores, quienes temen que la privatización conlleve despidos masivos.

A pesar de estos intentos del Gobierno, La Bancaria mantiene su lucha contra la privatización. Se recolectaron más de un millón de firmas en respaldo a un proyecto que busca frenar cualquier intento de transformar la entidad en una Sociedad Anónima. La presión social y política crece con el paso de los días.

El avance de la digitalización en el banco también generó modificaciones en la estructura laboral. Schenkel explicó que la incorporación de nuevas tecnologías obligó a readecuar el trabajo de los empleados, pero esto no justifica los planes de ajuste en la plantilla. La modernización no debe ser una excusa para debilitar el rol del banco público.

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La reducción de personal es otro punto de conflicto en esta disputa. El presidente del Banco Nación impulsa un recorte del 30 al 40% en la masa salarial, lo que implicaría miles de despidos. Esto no solo afectaría a los trabajadores, sino también a la calidad del servicio que la entidad brinda a los ciudadanos.

A pesar del clima de incertidumbre, el Banco Nación continúa operando con normalidad. Schenkel afirmó que la digitalización permitió optimizar procesos, pero que no debe ser utilizada como una excusa para achicar la estructura del banco. La resistencia sindical sigue firme en la defensa de los puestos de trabajo.

La Bancaria y otros sectores políticos insisten en la importancia de mantener el Banco Nación en manos del Estado. El dirigente reafirmó que la entidad es un pilar fundamental para la economía argentina y que su privatización sería un error con consecuencias irreversibles. La defensa del banco es una causa que trasciende lo gremial y se convierte en un tema de interés nacional.