UN TEMPORAL COMO EL DE BAHÍA BLANCA PODRÍA PARALIZAR VACA MUERTA

El temporal que afectó a Bahía Blanca dejó en evidencia los riesgos que existen en varias regiones del país. Las lluvias extremas podrían generar inundaciones catastróficas en Neuquén si no se toman medidas preventivas. Especialistas advierten que la construcción de una nueva represa es fundamental para mitigar estos peligros.

El exrepresentante de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Elías Sapag, fue contundente en sus declaraciones. "Todos los profesionales ya han dicho lo que hay que hacer, pero falta decisión política", aseguró. La falta de infraestructura adecuada podría derivar en consecuencias similares a las vividas en Bahía Blanca.

La ingeniera Ana Cecilia Dufilho coincidió en la urgencia de tomar medidas. "Las probabilidades de un temporal fuerte en la región son altas, la expansión urbana ha incrementado las zonas de riesgo", explicó. La impermeabilización del suelo y la falta de regulación del río Neuquén aumentarían los daños en caso de lluvias extremas.

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Sapag señaló que el único modo de controlar el caudal del río Neuquén es con una nueva represa. "No podemos contener al río solo con Cerros Colorados, hace falta avanzar con Chihuido", afirmó. El proyecto fue presentado hace más de 40 años, pero hasta ahora no ha sido ejecutado.

A pesar de los estudios realizados desde la década del ‘60, la obra sigue sin avances concretos. Diferentes gobiernos intentaron atraer inversores, pero el financiamiento nunca fue aprobado por Nación. La demora pone en riesgo a miles de personas que viven en zonas inundables.

El problema no solo afecta a los habitantes de Neuquén y Río Negro. Si una crecida extrema golpea la zona, Vaca Muerta podría quedar paralizada por la imposibilidad de bombear gas y petróleo. Esto significaría un golpe severo para la producción energética del país.

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Sapag fue tajante al referirse a la falta de previsión. "Siempre reaccionamos después de que el desastre ocurre, pero las soluciones deben tomarse antes", advirtió. La ausencia de políticas concretas deja a la región expuesta a una crisis evitable.

La última gran inundación en Neuquén dejó calles anegadas y miles de damnificados. Las obras realizadas desde entonces no serían suficientes para soportar precipitaciones como las que afectaron Bahía Blanca. Ninguna ciudad del Alto Valle está preparada para lluvias de 300 milímetros en pocas horas.

Dufilho destacó que la planificación urbana debe contemplar las zonas inundables. "No se pueden construir hospitales ni industrias en estos sectores, deberían ser espacios verdes o recreativos", sostuvo. Sin embargo, la expansión desordenada continúa sin restricciones.

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El gobierno de Neuquén intentó reactivar el proyecto de Chihuido sin éxito. Los intentos de financiamiento con capitales alemanes, rusos y chinos no prosperaron por falta de apoyo nacional. La represa permitiría no solo regular el río, sino también generar energía hidroeléctrica.