ARGENTINA Y LA MINERÍA: UNA OPORTUNIDAD QUE EXIGE DECISIONES

Argentina posee una de las mayores reservas de cobre, oro y plata en la región. El sector minero podría consolidarse como un pilar económico, pero la falta de previsibilidad y estabilidad dificulta su crecimiento. La oportunidad es concreta, pero su consolidación requiere políticas claras y sostenibles.

En comparación con otros mercados líderes, Argentina presenta un nivel de incertidumbre que limita nuevas inversiones. Chile, Perú, Canadá y Australia lograron integrar la minería a su matriz productiva con estabilidad fiscal y planificación a largo plazo. Sin un esquema similar, el país seguirá perdiendo competitividad en un sector clave.

Chile mantuvo reglas claras que permitieron la convivencia entre empresas estatales y privadas. La estabilidad regulatoria convirtió a CODELCO en una referencia internacional, mientras que la inversión extranjera sigue fluyendo. La solidez institucional fue el factor determinante para su crecimiento sostenido.

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Perú apostó por una descentralización eficiente y un marco impositivo competitivo. La redistribución de los recursos mineros permitió mejorar la infraestructura regional y la relación con las comunidades. Esta estrategia logró consolidar su posición como uno de los principales productores de cobre del mundo.

Canadá y Australia aplicaron un enfoque basado en tecnología, sostenibilidad y educación. El desarrollo de proveedores locales, la inversión en infraestructura y la capacitación técnica fortalecieron la industria. La minería dejó de ser solo una actividad extractiva y pasó a ser parte de una cadena de valor integrada.

En Argentina, el marco normativo presenta fortalezas como la Ley 24.196, pero la inestabilidad económica genera dudas en los inversores. El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) busca atraer capitales, aunque su implementación necesita mayor consenso y transparencia. Sin previsibilidad, la minería seguirá sin despegar.

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Para que el sector avance, es necesario garantizar reglas claras y estabilidad fiscal. Un pacto federal minero permitiría dar previsibilidad y evitar la discrecionalidad política que desalienta las inversiones. La articulación entre Nación y provincias es fundamental para lograrlo.

La planificación territorial es otro punto clave para potenciar la minería. La integración con infraestructura en transporte, energía y conectividad podría generar un crecimiento más equilibrado. Sin inversión en logística, el costo operativo seguirá siendo un obstáculo para el sector.

El diálogo con las comunidades es un aspecto que no puede descuidarse. La falta de transparencia en la comunicación genera conflictos sociales que terminan paralizando proyectos estratégicos. Una minería responsable requiere consenso y gestión de impacto ambiental.

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Argentina cuenta con el potencial geológico para convertirse en un referente regional. El problema no es la falta de recursos, sino la ausencia de políticas que permitan transformar el sector en una fuente de crecimiento sostenido. Sin decisiones concretas, la riqueza mineral seguirá siendo una oportunidad desaprovechada.

El país tiene la posibilidad de aplicar las mejores prácticas de los mercados líderes. La minería no necesita un cambio estructural, sino planificación estratégica y determinación para avanzar en un modelo de crecimiento sostenible. Si no se toman decisiones a tiempo, otros países seguirán aprovechando su ventaja competitiva.

Por Andres Aguilar, especialista en Derecho Minero
Fuente: Minería y Desarrollo