"LA POLICÍA VA A REPRIMIR": POLÉMICA ADVERTENCIA DEL GOBIERNO

El Gobierno nacional decidió utilizar las pantallas y el sistema de audio de las estaciones de trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para enviar un mensaje directo a la población en la previa de una nueva movilización de jubilados frente al Congreso.

La medida fue ordenada por el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, y ejecutada por Trenes Argentinos, la empresa estatal encargada del servicio ferroviario. Según fuentes oficiales, el mensaje apunta a "evitar actos de violencia y daños al patrimonio público", en un contexto donde el Ejecutivo sostiene que las protestas recientes han derivado en incidentes con las fuerzas de seguridad.

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Ante la convocatoria de jubilados que se manifestarán este miércoles en las inmediaciones del Congreso, el Gobierno dispuso un amplio operativo de seguridad con la presencia de 900 efectivos policiales, incluyendo fuerzas federales y de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión se basa en los enfrentamientos ocurridos en movilizaciones anteriores, donde manifestantes y policías se enfrentaron en episodios que terminaron con heridos y detenidos.

Como parte del despliegue, el Ejecutivo determinó que se retire el mobiliario urbano que pueda ser utilizado en eventuales disturbios. En este sentido, se retiraron 350 contenedores de basura en las zonas aledañas y se estableció un vallado perimetral de 100 metros alrededor del Congreso, con cortes de calles desde las 9 de la mañana.

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Reacciones y críticas: ¿prevención o intimidación?

La decisión de utilizar los medios de transporte público como herramienta de difusión gubernamental no tardó en generar controversia. Mientras que desde el oficialismo defienden la medida como un aviso de orden y control, sectores de la oposición y organizaciones sociales la calificaron como "una clara estrategia de amedrentamiento".

Diferentes voces políticas manifestaron su rechazo a la iniciativa, argumentando que el uso de recursos del Estado para difundir mensajes represivos es un precedente preocupante. En este sentido, legisladores opositores señalaron que el mensaje transmitido en estaciones de trenes podría interpretarse como un intento de desincentivar la movilización y criminalizar la protesta social.

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Por su parte, desde el Gobierno sostienen que "protesta no es violencia", y que el objetivo del mensaje es prevenir posibles disturbios, asegurando que no se reprimirá a quienes se manifiesten pacíficamente.