Un empate 1-1 selló el clásico mendocino.
El clásico mendocino terminó con un empate que no dejó satisfechos a los hinchas de Godoy Cruz ni de Independiente Rivadavia. El partido terminó 1-1, en un duelo vibrante disputado en el estadio Malvinas Argentinas. A pesar del esfuerzo de ambos equipos, el resultado dejó muchas dudas sobre quién tiene el control del fútbol en Mendoza.
El equipo de Alfredo Berti pegó primero con un gol de Santino Andino al final del primer tiempo. El tanto fue un golpe para la Lepra, que no pudo reaccionar rápidamente. Godoy Cruz supo aguantar la ventaja durante buena parte del complemento, hasta que Ivan Villalba igualó para la visita.
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A los 30 minutos del segundo tiempo, Villalba logró el empate que sentenció el marcador. Independiente Rivadavia tuvo otra oportunidad, cuando Matías Valenti convirtió, pero el árbitro anuló el gol por offside de Studer. Este error mantuvo las esperanzas del Tomba intactas, aunque el empate fue definitivo.
El clásico se jugó a puertas cerradas debido a la sanción que recibió Godoy Cruz por la agresión a un línea en el encuentro ante Talleres. La falta de público restó calor al encuentro, pero no al suspenso que se vivió dentro del campo. El fútbol mendocino continúa generando emoción, aunque el ambiente era extraño sin la presencia de los hinchas.
Godoy Cruz, que debutó con victoria en la Conmebol Sudamericana, no logró sumar los tres puntos en su casa. El próximo martes, el Tomba recibirá a Sportivo Luqueño en la Copa Sudamericana. Después, tendrá que enfrentarse a Lanús en la liga local el lunes 14, buscando retomar el rumbo.
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Independiente Rivadavia, por su parte, se prepara para abrir la fecha 13 del Torneo Apertura. El viernes, la Lepra visitará a Banfield en un partido clave para su andar en la competencia. Los mendocinos siguen buscando estabilidad en un torneo difícil.
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