


En medio de un prolongado proceso de regularización, la Cooperativa Eléctrica de Trelew anunció el pago de 1.000 millones de pesos a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). Sin embargo, lejos de ser una solución definitiva, la deuda acumulada continúa superando los 20.000 millones de pesos, un pasivo que se consolidó mientras los usuarios ya pagaban en sus facturas el costo de la energía mayorista.
Durante años, los vecinos de Trelew y su zona de influencia afrontaron sucesivos aumentos tarifarios bajo el argumento de la necesidad de recomponer el equilibrio financiero de la Cooperativa. Cada factura incluía el costo de la energía que debía ser transferido a CAMMESA, pero los fondos no se habrían girado en tiempo y forma. El resultado: una deuda multimillonaria con la mayorista y una sobrecarga económica para los usuarios.
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El reciente pago fue destacado como un avance institucional, pero la realidad es que fue posible gracias a la presión sostenida sobre las familias y los comercios, que mes a mes afrontan una de las tarifas más altas de la región.
Cabe recordar que CAMMESA no establece tarifas para los usuarios finales. Su único vínculo es con las distribuidoras, que deben pagar por la energía que luego comercializan. En este esquema, la responsabilidad por el incumplimiento no puede atribuirse a los usuarios, quienes siempre pagaron por ese servicio.
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En lugar de exigir explicaciones sobre el manejo financiero que condujo al endeudamiento, las gestiones cooperativas trasladaron sistemáticamente el costo a la comunidad. La “normalización” tan anunciada solo comenzó cuando el impacto del atraso empezó a amenazar con cortes masivos o judicializaciones.







