Fuerte sismo en la región de Tierra del Fuego y hay alerta de tsunami

Actualidad02/05/2025

Fuerte movimiento sísmico.

Un sismo de gran magnitud sorprendió este viernes 2 de mayo a los habitantes de Tierra del Fuego, especialmente en las ciudades de Ushuaia y Río Grande, donde se sintieron fuertes vibraciones durante varios segundos. El fenómeno también alcanzó zonas del sur de Chile, como Tolhuin, y provocó una alerta de tsunami que encendió las alarmas en toda la región.

El movimiento telúrico tuvo una magnitud de 7,4 grados en la escala de Richter y ocurrió a las 9:58 de la mañana, hora local, con epicentro en las aguas que separan el extremo sur de Argentina y Chile. Así lo informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que también detalló que el sismo se registró a una profundidad de solo 10 kilómetros, una característica que intensifica su percepción en superficie.

Vecinos de Ushuaia relataron que las estructuras de sus casas se movieron con fuerza, aunque por pocos segundos, lo suficiente como para generar susto, salir a la calle y revisar si todo estaba en su lugar. “Fue como si la tierra respirara fuerte, una exhalación que venía desde el fondo del planeta”, expresó una vecina visiblemente conmovida por lo vivido.

En Río Grande también se sintieron los efectos del temblor y varios habitantes compartieron en redes sociales imágenes de lámparas oscilando, objetos caídos, animales alterados y conversaciones sobre lo vivido. La magnitud del evento generó preocupación inmediata y muchas personas llamaron a familiares para asegurarse de que estaban bien.

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Del lado chileno, las autoridades actuaron con rapidez: el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) emitió un mensaje oficial ordenando evacuar las zonas costeras del Estrecho de Magallanes y del Territorio Antártico. “Por amenaza de tsunami, solicitamos evacuar zona de playa”, se indicó con claridad en los canales oficiales de comunicación.

La alerta movilizó a cientos de personas en Chile que dejaron sus hogares cercanos al mar y se dirigieron a zonas altas. La decisión fue respaldada por imágenes satelitales que mostraban movimiento inusual en las aguas australes, y por la experiencia acumulada tras sismos similares en la región.

En Tolhuin, localidad fueguina ubicada entre Ushuaia y Río Grande, también hubo reportes de movimiento sísmico. Algunos vecinos afirmaron que no se trató de una simple vibración, sino de una fuerte sacudida que incluso movió muebles y alarmó a quienes estaban dormidos o en actividades cotidianas.

Hasta el momento, no se han reportado heridos ni daños materiales graves en territorio argentino, aunque se continúa evaluando la situación y se solicitó a la población mantenerse informada por medios oficiales. Las autoridades provinciales aún no emitieron un parte formal, pero equipos de Protección Civil y Bomberos permanecen en alerta.

La coincidencia de este terremoto con otro sismo registrado el día anterior en La Rioja, de 5,5 grados, que también se sintió en provincias como Córdoba, generó inquietud sobre una posible actividad sísmica generalizada en la región andina y patagónica. Los expertos, sin embargo, insisten en que no hay una conexión directa, aunque recomiendan estar preparados.

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Los turistas que se encontraban en Ushuaia al momento del sismo también vivieron con sorpresa y preocupación lo ocurrido. Algunos filmaron el momento exacto del movimiento y compartieron las imágenes en sus redes sociales, generando una rápida viralización y comentarios de usuarios de todo el país.

“Yo estaba desayunando en el hotel y de golpe todo empezó a moverse. Fue muy breve, pero me asusté mucho”, contó una turista de Buenos Aires. Su testimonio coincide con muchos otros que describen el sismo como breve, pero muy intenso y claramente perceptible.

En la ciudad de Río Grande, algunas escuelas y oficinas evaluaron la posibilidad de evacuar como medida preventiva, aunque finalmente no se registraron interrupciones de las actividades. Las autoridades educativas emitieron comunicados solicitando calma y recordando los protocolos ante emergencias.

Las redes sociales se inundaron rápidamente de testimonios, videos y publicaciones de personas que querían contar lo que sintieron o confirmar que estaban bien. La necesidad de contacto y contención emocional quedó a la vista en cada mensaje y cada foto compartida.

En Chile, en cambio, la respuesta fue más activa debido a la alerta de tsunami. Las zonas costeras más vulnerables se despejaron en pocos minutos y las familias se replegaron hacia lugares seguros siguiendo las instrucciones del Senapred, lo que evitó escenas de pánico.

La profundidad de solo 10 kilómetros del sismo explica por qué se sintió con tanta fuerza, aun sin provocar grandes daños estructurales. Este tipo de movimientos, llamados “superficiales”, tienen una mayor capacidad de impacto en la superficie.

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Los equipos de monitoreo sísmico del USGS continúan actualizando la información en tiempo real. Se espera un informe técnico más detallado durante las próximas horas, con análisis sobre el desplazamiento de las placas y la posibilidad de réplicas.

La comunidad científica de ambos países observa con atención lo ocurrido, especialmente por la proximidad del evento con la región antártica, un área de interés geológico constante. Las investigaciones sobre la actividad sísmica en el extremo sur del continente podrían cobrar renovado impulso tras este suceso.

En Ushuaia, aunque se mantiene la calma, la población continúa expectante y sensible ante la posibilidad de nuevas sacudidas. Muchas familias armaron bolsos de emergencia y revisaron las vías de escape de sus viviendas por precaución.

El intendente de Ushuaia aún no realizó declaraciones, aunque fuentes municipales indicaron que se está monitoreando la situación y que se mantendrá comunicación constante con Defensa Civil. No se descartan medidas si la actividad sísmica persiste.

Especialistas recomiendan tener siempre a mano linternas, radios con pilas, agua potable y un plan de emergencia familiar. Además, sugieren evitar el uso de ascensores durante sismos y no correr si se está en lugares públicos.

El sismo se suma a una semana con varios eventos sísmicos en Sudamérica, lo que ha reavivado el interés por los protocolos de evacuación y la preparación ciudadana. En varias provincias argentinas se reactivaron campañas de prevención y se comenzaron a actualizar los simulacros.

En la base argentina en la Antártida también se percibió el movimiento, aunque con menor intensidad. Los registros de las estaciones sísmicas confirmaron la llegada de ondas telúricas a ese sector del continente blanco.

Organismos internacionales felicitaron la rápida respuesta chilena ante el riesgo de tsunami. La coordinación entre fuerzas de seguridad, municipalidades y organismos técnicos fue destacada como un ejemplo de gestión eficiente.

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En la comunidad fueguina quedó instalada una mezcla de susto y reflexión, con muchos recordando que la Patagonia es una zona sísmica poco frecuente, pero no exenta de este tipo de fenómenos. “Esto nos sirve para no subestimar la naturaleza”, dijo un vecino en la radio local.

El temblor dejó una marca emocional más que física en quienes lo vivieron. La noche fue larga para muchas familias, que se durmieron tarde, con el celular en la mano y los sentidos alerta.

Los medios de comunicación locales cumplieron un rol clave informando en tiempo real, dando espacio a los testimonios y despejando rumores. La confianza en la información clara y certera fue fundamental para evitar pánico.

La experiencia vivida deja una lección importante sobre la necesidad de estar preparados. La naturaleza no avisa y la organización ciudadana puede marcar la diferencia ante una emergencia.

Por ahora, no se registraron nuevas réplicas, pero el sistema de monitoreo internacional sigue activo. Los próximos días serán clave para evaluar si el sismo fue un evento aislado o parte de una secuencia mayor.