Oscar Comes en los estudios de LA17
El cierre de la histórica pileta del Escrófalo generó preocupación en Puerto Madryn y reactivó el debate sobre la preservación del patrimonio local. Oscar Comes, integrante de la Comisión de Preservación del Patrimonio en representación del Centro de Estudios Históricos, visitó los estudios de #LA17 y confirmó que el edificio permanece cerrado y que circulan versiones sobre su venta. “No hay información oficial aún, pero sí mucha inquietud vecinal”, señaló en una entrevista radial.
El edificio, construido en 1967 con una fuerte participación comunitaria, marcó una etapa en la historia deportiva y social de la ciudad. Comes explicó que la pileta nació como una iniciativa colectiva, con vecinos que donaban ladrillos y materiales para su construcción. “Fue un símbolo de la comunidad. Todos participaron de alguna manera. Mucha gente aún recuerda cómo dejaban ladrillos en la vereda”, relató.
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La pileta, en su diseño original, tenía una forma en L y una profundidad inusual para su época, pensada para la práctica de apnea. El objetivo era fomentar la familiaridad con el mar entre los habitantes de Madryn, en un contexto donde no todos se animaban a meterse al agua. Incluso se probó llenar el natatorio con agua salada, aunque el experimento no funcionó.
Hoy, el espacio está cerrado tras un incidente que, según distintas versiones, puso en riesgo a un nadador. El hecho impulsó la colocación de carteles que informan sobre su cierre y su posible venta. Sin embargo, Comes advirtió que no se trata solo de un tema edilicio: “Hay que diferenciar el valor patrimonial de lo que representa para la ciudadanía del estado actual de funcionamiento”.
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Desde la Comisión de Preservación buscan abrir el diálogo y construir consensos para evitar la pérdida de otro lugar histórico. “Lo que pasó con la demolición de Casa D’Herbes fue un punto de inflexión. Hoy tenemos herramientas para actuar con más conciencia”, expresó. La comisión incluye al CONICET CENPAT, la Universidad Nacional de la Patagonia, el Concejo Deliberante, la Municipalidad y el Colegio de Arquitectos, entre otros organismos.
Actualmente, la ordenanza municipal solo reconoce como patrimonio lo construido antes de 1960, lo que deja fuera a la pileta del Escrófalo. No obstante, el Colegio de Arquitectos presentó una ficha de relevamiento que podría ser clave para evaluar su protección bajo nuevos criterios.
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Comes también destacó que el sitio formó parte de la vida de varias generaciones, especialmente de quienes practicaban buceo, natación o tenían vínculo con la Hermandad del Escrófalo. “Fue la única pileta de Madryn durante 30 años. Todos los que crecimos cerca del mar pasamos por ahí”, dijo.
Además del natatorio, hay otros espacios dentro del complejo que tienen valor simbólico, como la pizzería decorada con una hélice y emblemas de la Hermandad. Aunque la estructura principal es lo que se busca preservar, el conjunto representa una memoria viva para el barrio.
“No hay que poner en tensión memoria y progreso. Hay herramientas para proteger, dialogar y proyectar sin destruir”, concluyó Comes, recordando que el patrimonio no solo se mide en años, sino también en historias compartidas.
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