Van a juicio los tres imputados por una estafa millonaria a una abuela de Esquel
Policiales06/05/2025
Sergio Bustos
Maria Bottini.
La Fiscalía de Esquel presentó la acusación pública contra tres personas por el delito de estafa. Dos hombres y una mujer enfrentarán juicio oral por haber engañado a una mujer de 87 años que entregó todos sus ahorros en una valija. El hecho ocurrió en marzo del año pasado y será juzgado como una maniobra planificada y ejecutada con conocimiento del daño que causaban a una víctima en situación de vulnerabilidad.
La víctima recibió nueve llamadas en dos horas. Todas las comunicaciones llegaron a su teléfono fijo desde un número con característica de Buenos Aires. El interlocutor se hizo pasar por su nieto. Le dijo que los dólares perderían valor por nuevas medidas políticas. También le pidió que entregara la plata a una persona de confianza que pasaría en su nombre.
La mujer creyó todo lo que le decían. Nunca dudó del tono de voz ni del argumento. El supuesto nieto hablaba con afecto y le pedía ayuda urgente. En una de las últimas llamadas, le avisó que un amigo suyo iría a buscar el dinero. Ella aceptó sin dudarlo.
Pasadas las 15 horas, el hombre llegó a su vivienda. La víctima lo atendió sin temor. El estafador se presentó como el enviado del nieto. Le pidió la valija. Ella se la entregó. Dentro había una suma importante de dólares y pesos argentinos. Todo el ahorro de su vida.
Una vez con el dinero en su poder, el hombre huyó. Lo esperaba un cómplice en un auto. Ambos escaparon hacia Comodoro Rivadavia. Allí cambiaron de vehículo. La investigación determinó que el nuevo rodado fue una camioneta Toyota SW4. Esa camioneta fue secuestrada por la justicia.
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El Ministerio Público Fiscal actuó con celeridad. La fiscal María Bottini y el procurador Ismael Cerda iniciaron una investigación minuciosa. Reunieron pruebas documentales y pidieron múltiples medidas judiciales. Presentaron la acusación formal y preparan la etapa del juicio oral con una fuerte carga probatoria.
Se presentarán más de 60 testigos. La Fiscalía confirmó que declararán vecinos, familiares, efectivos policiales, técnicos, peritos y personal bancario. También se incluirán pericias telefónicas, análisis financieros y pruebas de rastreo vehicular.
Los fiscales pidieron tres meses de prisión preventiva. Justificaron el pedido en la gravedad del hecho, el daño causado y la falta de arraigo de los imputados. Afirmaron que los acusados tienen medios para fugarse y que podrían entorpecer el proceso judicial si permanecen en libertad.
El Ministerio Público también pidió el embargo preventivo. Quieren garantizar que la víctima reciba una reparación económica. Solicitaron que se embarguen vehículos y bienes registrados a nombre de los imputados. El objetivo es que los mismos sirvan de garantía ante una eventual condena penal o civil.
El caso generó una fuerte conmoción en Esquel. Vecinos, organizaciones sociales y familiares expresaron su indignación. Acompañaron a la víctima en los primeros días posteriores a la denuncia. También solicitaron mayor protección para los adultos mayores ante este tipo de delitos.
La investigación reveló un alto grado de planificación. El estafador usó un número porteño, habló con naturalidad y mantuvo la farsa durante horas. Manejaba información precisa sobre la familia de la víctima. Sabía cómo manipular emocionalmente.
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Los fiscales creen que hubo más implicados. La causa sigue abierta en varios frentes. No se recuperó todo el dinero. La hipótesis es que otras personas participaron en el traslado o resguardo de los billetes. Algunas podrían estar en otra provincia.
La Justicia logró detener a uno de los imputados en mayo. Fue en Comodoro Rivadavia. Lo encontraron en una vivienda tras un allanamiento. Desde entonces permanece a disposición del juzgado. Se sospecha que condujo uno de los vehículos utilizados en la huida.
La víctima sufrió un fuerte impacto emocional. Según su entorno, quedó con miedo, angustia y desconfianza. No volvió a atender el teléfono. Requirió acompañamiento psicológico. Su familia denunció el caso para que nadie más caiga en trampas similares.
Los fiscales insisten en la necesidad de prevenir. Pidieron campañas de información para adultos mayores. Solicitaron colaboración a los medios, las escuelas y las fuerzas de seguridad. Buscan que los mayores aprendan a detectar estos engaños y no confíen en desconocidos.
La estafa telefónica es una modalidad en crecimiento. En todo el país se registran casos similares. Las víctimas suelen ser personas mayores, solas o con escaso vínculo con el sistema bancario. Los estafadores aprovechan esa condición para generar miedo o urgencia.
La Justicia considera que el hecho fue grave. No solo por el monto de dinero. También por el uso de la manipulación, el vínculo ficticio, la confianza rota y la afectación psicológica. Por eso se prepara un juicio con amplia participación de testigos y pruebas.
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El caso se encuentra en etapa de control de acusación. En esta instancia se definirán fechas, pruebas admisibles y estrategias de defensa. Luego comenzará el debate oral. Allí se determinará si los acusados son responsables del delito de estafa.
La mujer entregó sus ahorros por confianza. Nunca pensó que podían engañarla de ese modo. Toda su vida creyó en la palabra. Esa confianza fue usada como arma para vaciar su historia y su presente.
El proceso judicial buscará no solo castigar. También procura restituir la dignidad de la víctima. La reparación económica será fundamental. Pero también lo será la visibilidad del caso, el repudio social y la prevención futura.
El juicio será público. La Fiscalía solicitó máxima transparencia. Quiere que la comunidad escuche los testimonios, conozca los detalles y comprenda el funcionamiento del engaño. La intención es que nadie vuelva a caer.
Los fiscales mantendrán la acusación contra los tres imputados. Sostienen que hubo roles definidos, participación consciente y ánimo de lucro. Consideran que el delito se ejecutó con frialdad, ventaja y sin escrúpulos.
El expediente incluye audios, mensajes y movimientos financieros. Las pruebas también incorporan trazas vehiculares, imágenes de cámaras de seguridad y análisis de antenas. La Fiscalía confía en la solidez del caso.
La comunidad espera justicia. El caso marcó a toda la ciudad. La abuela representa a muchas otras personas que viven solas y pueden ser víctimas. El juicio será un mensaje claro para quienes se aprovechan de la buena fe.
El delito no fue violento físicamente. Pero dejó heridas profundas. El daño emocional se sumó a la pérdida económica. La víctima vivía tranquila. Hoy desconfía hasta de su sombra. La estafa cambió su vida.
El juicio puede marcar un precedente. Si hay condena, otras víctimas podrían animarse a denunciar. Si hay reparación, la Justicia demostrará que no todo está perdido. Y si hay visibilidad, se podrá prevenir a futuro.
En Esquel, la memoria de este caso no se borra. En cada charla de café, en cada encuentro familiar, alguien repite la historia. No por morbo, sino por necesidad. Para cuidar, para advertir, para acompañar.
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