


La dupla de Puerto Madryn se llevó la Copa Peumayen 2025. Sebastián Suárez y Cecilia Oses conquistaron el primer puesto en la Fiesta Provincial del Jabalí al Asador. Representaron a la comunidad galesa de Chubut y cocinaron con técnica impecable.
La competencia se realizó en Guardia Mitre, Río Negro. A orillas del río Negro, miles de personas disfrutaron una jornada con sabores intensos, música criolla y naturaleza. El jabalí fue el alma de la fiesta.
Participaron 23 equipos de todo el país. Asadores de Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Santa Fe y La Pampa pusieron su arte frente al fuego. Todos buscaban la Copa Challenger del Coto de Caza Peumayen.
Suárez y Oses lograron una cocción perfecta. El jurado destacó el equilibrio de sabores, el punto justo de cocción y el respeto por la tradición. “Nos prepararnos con mucho amor por la cultura del fuego”, dijo Oses.
El podio final incluyó a duplas de San Javier y Viedma. Segundo lugar para Colaranti–Villareal. Terceros, Barriendo–Almuna de San Javier. Cuartos, Carlos–Guaragnini de Viedma. Quinto puesto para Sosa–Presa, también de San Javier.
El jurado fue de altísimo nivel técnico. Estuvo integrado por Francisco Ventura, Natalia Barrionuevo y Alejandro Mansilla. Ellos valoraron sabor, presentación, técnica y respeto por el animal.
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El jabalí fue el protagonista de la jornada. Cocinarlo al asador requiere horas de paciencia. Exige fuego constante, rotación precisa y una mirada experta. No cualquiera logra un buen jabalí.
La Fiesta del Jabalí se consolida como referente nacional. Año a año suma participantes y público. La competencia combina cultura rural, técnica culinaria y pasión por el fuego.
Puerto Madryn brilló en esta edición. Con una dupla unida por la cocina criolla, representó a Chubut y a la tradición galesa con orgullo. Suárez dijo que “llevar esta copa a Madryn nos llena de emoción”.
El evento unió generaciones. Familias enteras compartieron la jornada. Hubo bailes, espectáculos musicales, puestos regionales y carpas de productores. Guardia Mitre vivió una fiesta completa.
El fuego fue el lenguaje común. Cada asador llevó su estilo. Algunos giraron el jabalí con poleas, otros usaron cruces tradicionales. Cada cocción contó una historia.
La cocción comenzó en la madrugada. A las seis ya había brasas encendidas. Los jurados recorrieron los puestos desde temprano. Observaron procesos, preguntaron técnicas, anotaron detalles.
La Selección Argentina de Asadores dijo presente. Participaron figuras consagradas del mundo criollo. Compartieron conocimientos, dieron charlas y celebraron el nivel de los competidores.
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El clima acompañó con un sol ideal. Cielo despejado, calor parejo y poco viento. Condiciones perfectas para que los jabalíes se cocinen con tiempo y sin contratiempos.
Cada equipo preparó su carne con identidad. Algunos usaron marinados secretos. Otros apostaron a la sal y la paciencia. La técnica fue tan importante como la pasión.
El jurado elogió la paridad del certamen. Dijo que “fue difícil elegir, hubo gran nivel y compromiso”. Valoraron el respeto por el animal y el sentido de comunidad entre los equipos.
La dupla de Puerto Madryn emocionó al cierre. Recibieron la copa con lágrimas. Agradecieron al pueblo de Guardia Mitre, al jurado y a sus familias. “Esto es por y para la Patagonia”, dijeron.
La fiesta crece año tras año. Guardia Mitre se convierte en capital nacional del jabalí cada vez que enciende sus fogones. El evento atrae a turistas, medios y amantes de la cocina criolla.
El jabalí requiere técnica y respeto. No es carne fácil. Tiene grasa distinta, fibras firmes y tiempos largos. Por eso, ganar esta copa es un logro enorme para cualquier asador.
Los organizadores celebraron el éxito de la edición. Agradecieron al municipio, al Coto Peumayen y a cada equipo. “Acá no hay perdedores, solo cocineros que honran la tradición”, dijo uno de los jurados.
La dupla campeona ya planea nuevos desafíos. Suárez y Oses quieren representar a la Patagonia en otras competencias. También piensan en enseñar técnicas en escuelas rurales.
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El fuego reunió identidades de todo el país. La Fiesta del Jabalí no es solo un certamen. Es una reunión de pueblos, recetas, memorias y afectos que giran alrededor de un mismo calor.
Guardia Mitre vivió una fiesta inolvidable. Cientos de carpas, niños con banderas, parejas bailando zambas y jabalí al asador en cada rincón. Una postal criolla de raíz profunda.
El jurado anunció que mantendrán la Copa Challenger. Cada año cambiará de manos, pero siempre premiará a quien domine el fuego y entienda la tradición.
La cultura del asado se vive como un arte. No es solo carne al fuego. Es saber cuándo girar, cómo salar, cómo acompañar. Es una filosofía transmitida por generaciones.
Puerto Madryn se llevó el premio mayor. Pero también se llevó aplausos, reconocimiento y el cariño de todo un pueblo que vivió una jornada llena de calor y sabor.
La Fiesta del Jabalí reafirma su lugar entre las mejores. Se consolida como una cita infaltable para asadores, familias, cocineros y turistas. Guardia Mitre ya piensa en la próxima edición.
Sebastián Suárez y Cecilia Oses dejaron huella. Con fuego lento, mirada atenta y manos sabias, llevaron a la Patagonia al corazón de Río Negro. Son los nuevos campeones nacionales del jabalí.







