


El Centro de Formación Profesional Nº 651 inició una nueva etapa de inscripciones para cursos gratuitos. Su propuesta educativa está orientada a oficios con alta demanda laboral en sectores productivos reales. Las clases comienzan el próximo lunes y aún hay vacantes.


Darío de Bunder, director del centro, explicó que aprender un oficio permite transformar la vida de una persona. Según detalló, la institución articula contenidos técnicos con prácticas concretas en cada curso. “El saber no ocupa lugar, y más si te permite trabajar de lo que te gusta”, aseguró en diálogo con #MODO17.
El CFP funciona como un puente entre la secundaria y el nivel superior, con enfoque en lo práctico. De Bunder indicó que el 70% del tiempo se dedica al trabajo activo en talleres, laboratorios o instalaciones. “Acá se aprende haciendo: soldar, reparar, programar, imprimir o instalar”, resumió.
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Los cursos disponibles abarcan desde administración hasta instalación de cámaras, pasando por informática y 3D. También se ofrecen capacitaciones en liquidación de sueldos, carpintería, electricidad y soldadura, entre muchas otras. Cada una de las 36 familias profesionales contiene entre 10 y 15 trayectos distintos.
Uno de los cursos más recientes es operador de impresora 3D, que integra tecnología con salida laboral inmediata. De Bunder comentó que esos conocimientos ya se aplican en salud, seguridad y mecánica automotor. “Transformamos un hobby en una herramienta productiva”, explicó.
Los trabajos realizados por los estudiantes ya llegaron a instituciones públicas y privadas. Se elaboraron soportes para cascos de bomberos, piezas para móviles policiales y estaciones de bicicletas solares. “A través de nuestros estudiantes, llegamos a lugares impensados”, dijo el director.
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La validación de los cursos por parte del Ministerio de Educación de Chubut y el INET garantiza su reconocimiento nacional. Eso permite que los egresados puedan desempeñarse en cualquier punto del país sin problemas. “Capacitamos para trabajar en relación de dependencia o de manera independiente”, afirmó.
Durante los últimos años, la matrícula creció debido al contexto económico y al desempleo. Muchas personas buscan reinsertarse en el mercado laboral mediante nuevos conocimientos prácticos. “Cuando escasea el trabajo, la gente busca aprender un oficio”, afirmó.
El requisito de ingreso es tener más de 18 años y presentar fotocopia de DNI y certificado de estudios. No se exige secundario completo salvo para algunas capacitaciones técnicas específicas. “Queremos que cualquiera pueda empezar de nuevo, sin barreras ni excusas”, expresó.
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Las inscripciones se realizan de forma presencial en Rosales 695, esquina España. También se puede consultar en redes sociales tanto en Facebook como en Instagram. El trámite es gratuito y no se necesita intermediación.
El CFP propone un recorrido formativo flexible y adaptado a las posibilidades de cada estudiante. Algunos cursos tienen modalidad intensiva, mientras que otros se cursan de forma extendida en el año. El objetivo es que cada persona encuentre una herramienta útil para su proyecto de vida.
Las aulas están equipadas con herramientas modernas y se prioriza la formación con criterio profesional. Desde impresoras 3D hasta simuladores eléctricos, el centro cuenta con recursos para una formación de calidad. “Queremos que lo que aprenden se use realmente en el mundo laboral”, señaló De Bunder.
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Cada nuevo curso se abre en función de la demanda concreta del mercado y los intereses de la comunidad. El equipo docente está compuesto por profesionales en actividad que aportan experiencia real al aula. “Capacitamos para hoy, no para dentro de diez años”, explicó el director.
Muchos estudiantes ya egresaron y trabajan en empresas locales, en emprendimientos propios o en servicios técnicos. Para algunos, fue el primer paso después de años de desocupación o inestabilidad laboral. “El oficio existe porque alguien lo aprende primero”, sintetizó De Bunder.
El CFP 651 no se presenta como una salida de emergencia, sino como una apuesta estructural al conocimiento útil. Su propuesta educativa muestra que una capacitación concreta puede convertirse en una oportunidad duradera. “Capacitarse es proyectar una nueva vida”, insistió el director.
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Para De Bunder, lo más importante es que las personas puedan elegir cómo vivir y cómo trabajar. Aprender un oficio no solo habilita un ingreso, también recupera la autoestima y la posibilidad de decidir. “Queremos que todos tengan la posibilidad de capacitarse y cambiar su realidad”, concluyó.







