Cáncer de ovario: el diagnóstico llega tarde en 7 de cada 10 mujeres

El cáncer de ovario sigue siendo una enfermedad silenciosa con alto impacto en mujeres de todo el país. Según el Ministerio de Salud, se registran cerca de 2.200 casos por año y la mayoría se detecta en estadios avanzados. La falta de síntomas específicos y la confusión con otras afecciones dificulta una detección precoz.

Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario y organizaciones argentinas se suman a una campaña internacional. La Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) y la Asociación Civil Sostén impulsan la consigna “#NingunaMujerSeQuedaAtrás”. El objetivo es informar, acompañar y pedir que el sistema sanitario incorpore estrategias más efectivas.

Los primeros síntomas suelen confundirse con trastornos digestivos o urinarios comunes. Dolor pélvico, distensión abdominal o saciedad temprana no siempre motivan una consulta. Por eso, más del 70% de los diagnósticos ocurre en etapas tardías, con pocas posibilidades de cura.

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“No contamos con un test efectivo para detectar precozmente este tumor”, explicó el oncólogo Matías Cortés, de la AAOC. Destacó la importancia de estar atentos a signos persistentes y no subestimar molestias recurrentes. El profesional señaló que es vital aumentar el índice de sospecha en los equipos de salud.

Una de las mayores herramientas en esta enfermedad es el análisis genético. Ciertas mutaciones y biomarcadores permiten evaluar riesgos y decidir estrategias médicas personalizadas. En mujeres con antecedentes familiares, estos estudios pueden evitar casos futuros o mejorar los resultados del tratamiento.

Para quienes ya fueron diagnosticadas, la información genética también es clave. Permite adaptar las decisiones terapéuticas, elegir mejores combinaciones y mejorar la respuesta. Las terapias dirigidas y nuevos enfoques moleculares muestran avances alentadores.

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“Cada paciente necesita un tratamiento adaptado a su historia y genética”, indicó Cortés. Agregó que la cirugía y la quimioterapia siguen siendo la base del abordaje médico. “Pero en muchos casos, la enfermedad reaparece y debemos recurrir a esquemas alternativos”, añadió.

Desde la Asociación Sostén remarcaron que es indispensable tratar a las pacientes en centros especializados. Allí no solo acceden a fármacos y cirugías, sino también a contención emocional, nutrición adecuada y cuidados paliativos si fueran necesarios. “Muchas mujeres llegan tarde por no tener información o por demorar turnos que nunca se consiguen”, explicaron.

La AAOC y Sostén coinciden en que hay margen para mejorar y actuar con más rapidez. Trabajan en la capacitación médica, la concientización pública y el acompañamiento entre pares. “El cáncer de ovario es complejo, pero se puede actuar si hay compromiso entre pacientes, profesionales y el sistema de salud”, afirmaron.

Fuente: NA.