Rematan bienes de Austral Construcciones: terrenos, camiones y el símbolo de una época

El próximo 15 de mayo, la justicia comercial realizará una subasta pública de los bienes que pertenecieron a Austral Construcciones S.A., la firma del empresario Lázaro Báez. El remate se hará en Buenos Aires y forma parte del proceso de liquidación de activos luego de la quiebra de la empresa, símbolo de la era kirchnerista en la obra pública de Santa Cruz. Se subastarán terrenos, maquinaria y vehículos con base en dólares. El acto tendrá lugar en el Salón de Subastas de Jean Jaurès 545 y estará a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N° 28.

El magistrado interino Jorge Sicoli conducirá el proceso que ya despertó el interés de compradores vinculados al sector vial y agropecuario. Entre los bienes más destacados se encuentra un terreno de 5 hectáreas ubicado frente al Aeropuerto El Turbio, en la localidad santacruceña de 28 de Noviembre. Se trata de un lote rural sin construcciones, con una base de U$S 14.000 y libre de IVA. El predio se extiende sobre la Ruta Nacional 40, en una zona estratégica de la provincia.

También se incluyen otros inmuebles, como la Chacra 6C "Campo de Doma", otro terreno de gran tamaño, y la Parcela 17B, ambas cercanas a Río Turbio. En el listado aparece además un destacamento vial de Gendarmería Nacional, lo que evidencia la magnitud de los bienes acumulados por Austral. Todos los lotes tienen documentación disponible en el expediente digital del Poder Judicial, donde se especifican superficies, ubicaciones y condiciones de venta.

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A la par de los inmuebles, se rematarán bienes muebles de la empresa, muchos de ellos en excelente estado. Se destacan dos semirremolques, una pick up, cuatro camiones y una pala cargadora. Son equipos de trabajo casi sin uso, aptos para construcción, logística o transporte. La maquinaria se venderá a precios base atractivos, lo que generó consultas desde distintas provincias. Las características técnicas también pueden consultarse en línea antes del día del remate.

Para participar, los interesados deben inscribirse previamente en la web de la Corte Suprema. La presentación se puede hacer de manera personal o digital, cumpliendo los requisitos exigidos por el juzgado. El 14 de mayo se aceptarán ofertas bajo sobre, que serán abiertas el mismo día a las 12:30 hs. Esa modalidad permite anticiparse a la puja pública y ofrecer montos superiores a los precios mínimos establecidos.

Las condiciones de pago para los inmuebles incluyen una seña del 30%, que podrá completarse en dos tramos: el 10% en el momento del remate y el resto dentro de las 72 horas siguientes. El saldo total debe abonarse en un plazo máximo de cinco días, una vez aprobada la subasta. Los pagos pueden realizarse en dólares o en pesos, pero ajustados al dólar contado con liquidación vigente al momento de la transferencia.

La subasta forma parte del proceso de liquidación judicial de Austral Construcciones, que acumuló una deuda millonaria tras años de operaciones irregulares. La firma fue fundada en 2003 y creció de manera meteórica al calor de la obra pública nacional. Durante más de una década recibió contratos directos, licitaciones amañadas y pagos por sobreprecios, según lo revelado por la justicia federal. Fue investigada por lavado de dinero y asociación ilícita.

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En 2021, el empresario Lázaro Báez fue condenado a 12 años de prisión por lavado. Su empresa quedó salpicada por las causas judiciales que afectaron al núcleo del poder político de Santa Cruz. El fallo confirmó que Austral fue una estructura clave en el desvío de fondos públicos durante los gobiernos kirchneristas. La quiebra se dictó en 2018 y desde entonces la justicia avanzó en la recuperación de bienes para saldar parte de sus obligaciones.

Austral Construcciones dejó un tendal de deudas con proveedores, bancos, trabajadores y el fisco. La liquidación de sus activos es la etapa final de ese recorrido. Por eso, la subasta del 15 de mayo tiene un valor simbólico que supera lo económico. Representa el desarme definitivo de un engranaje clave de la corrupción estructural que dominó la obra pública patagónica durante más de una década.

Las tierras, los camiones, las máquinas y los inmuebles saldrán al mejor postor. Ya no quedarán bajo la sombra de un nombre que se convirtió en sinónimo de corrupción. Quienes compren estos activos asumirán la propiedad libre de pasivos, pero con la historia detrás. Será el cierre judicial de una etapa oscura para la provincia de Santa Cruz, con un mensaje claro: la justicia puede llegar tarde, pero avanza.