


El uranio volvió a ganar protagonismo en el mapa energético argentino. La reactivación del Plan Nuclear Nacional impulsó el debate sobre su producción local. El país quiere dejar de importar y comenzar a exportar.


Desde 1997 no hubo extracción de uranio en Argentina. El precio internacional cayó. Los proyectos se detuvieron. La matriz energética giró hacia otros combustibles. Hoy, el escenario cambió.
La inteligencia artificial, la demanda global y los cambios geopolíticos empujan el retorno. Argentina podría volver al juego. Tiene reservas confirmadas. Posee infraestructura científica. Necesita decisión política y consenso social.
En diciembre de 2024, Javier Milei presentó el nuevo Plan Nuclear Argentino. Incluyó un reactor modular pequeño en Atucha. También priorizó la producción de uranio. La meta es garantizar el autoabastecimiento.
Argentina consume 220 toneladas de uranio por año. Sin embargo, importa el total para alimentar sus centrales. Eso genera dependencia. También limita el crecimiento de la industria nacional.
La Comisión Nacional de Energía Atómica estimó que hay 33.780 toneladas recuperables. Alcanzan para cubrir 150 años de consumo interno. También permiten pensar en la exportación.
OTRAS NOTICIAS
El país cuenta con experiencia. Entre 1952 y 1997 procesó unas 2.600 toneladas. La historia nuclear argentina tiene reconocimiento internacional. Pero necesita una nueva etapa productiva.
En la Patagonia hay 14 proyectos activos de uranio. La Secretaría de Minería difundió su ubicación y grado de avance. Chubut lidera el ranking. Neuquén, Río Negro y Santa Cruz lo siguen.
Chubut tiene los yacimientos más prometedores del país. Cerro Solo encabeza la lista. Podría abastecer las tres centrales nucleares actuales. También generaría excedentes para exportación.
El proyecto Cerro Solo está en exploración avanzada. También Laguna Salada, Laguna Colorada y Meseta Central. Arroyo Perdido está en exploración inicial. Hope, Lago Seco y Sierra Cuadrada están en prospección.
Laguna Salada ya inició su evaluación económica preliminar. Busca determinar si el proyecto puede ser rentable. Esa etapa requiere estudios técnicos y proyecciones de mercado.
El gobernador Ignacio Torres impulsa la actividad uranífera en la provincia. La considera clave para diversificar la economía. También para crear empleo en la meseta, una zona postergada.
Torres solicitó a la CNEA la reversión de propiedades mineras. Quiere que vuelvan a la órbita provincial. Busca reactivarlas con nuevos actores y reglas claras. Chubut apuesta fuerte al uranio.
Carlos Lorenzo, de la Federación Empresaria del Chubut, respaldó la idea. Aseguró que las reservas locales igualan a las de Kazajistán. Defendió el desarrollo minero con responsabilidad ambiental.
OTRAS NOTICIAS
El interés internacional crece. Empresas como Blue Sky Uranium (Canadá) y UrAmérica (Reino Unido) ya trabajan en la zona. Se espera que lleguen más firmas en 2025.
La minería avanza por etapas. Primero, la prospección. Luego, la exploración inicial. Después, la avanzada. Finalmente, la evaluación económica. Cada paso requiere inversión y aprobación oficial.
Seis proyectos patagónicos están en prospección. Son estudios preliminares, no invasivos. Buscan detectar presencia mineral. No implican perforaciones profundas. Abren la puerta a futuras etapas.
Tres proyectos están en exploración inicial. Se analizan las características geológicas. Se recopilan datos básicos. No alcanza para calcular rentabilidad, pero permite conocer mejor el terreno.
Otros tres proyectos alcanzaron la exploración avanzada. Allí se intensifican los estudios. Se realizan perforaciones. Se estiman recursos con mayor precisión. Los resultados son claves para evaluar el paso siguiente.
Dos proyectos están en evaluación económica preliminar. Esta etapa diseña el modelo de negocio. Calcula costos y beneficios. Incluye estudios de impacto ambiental y demanda futura.
Después vendrán otras fases. Prefactibilidad, factibilidad, construcción, operación y cierre. En Argentina, Don Otto (Salta) y Sierra Pintada (Mendoza) son los más avanzados. Aún no producen.
En Chubut, ninguna mina está operativa. Pero la combinación de reservas, políticas y empresas genera expectativa. La región puede ser clave si se destraban barreras sociales y técnicas.
OTRAS NOTICIAS
Los desafíos son múltiples. Hay oposición en algunos sectores. Faltan rutas y servicios en la meseta. Se necesita consenso. También control estatal y planificación a largo plazo.
La energía nuclear gana peso global. Francia, China, India y Estados Unidos aumentan su demanda. El uranio vuelve al centro. Argentina quiere aprovechar esa oportunidad.
Kazajistán, Canadá y Namibia dominan el mercado. Argentina puede sumarse. Pero necesita activar sus proyectos. También necesita acuerdos federales y marcos legales claros.
La CNEA y la Secretaría de Minería analizan el escenario. Hay coordinación con provincias. También con empresas privadas. El objetivo es reactivar con seguridad y sostenibilidad.
El potencial existe. Las reservas están medidas. Los proyectos avanzan. Las inversiones llegan. Solo falta consolidar un marco institucional. Y construir legitimidad social en los territorios.
Chubut quiere volver al mapa nuclear. El uranio puede ser su nueva bandera económica. El debate ya comenzó. El desarrollo o la parálisis dependerán de decisiones en el corto plazo.











