

León XIV reafirmó que su papado estará centrado en la paz y pidió diálogo global
Actualidad14/05/2025

A seis días de su elección, el papa León XIV reafirmó que la paz será el eje central de su pontificado. Durante una audiencia con representantes de las Iglesias orientales, condenó las guerras y pidió encuentros entre enemigos. “La Santa Sede está a disposición para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos”, dijo.


El encuentro se realizó en el Aula Pablo VI y reunió a líderes cristianos de zonas castigadas por la violencia. Ucrania, Medio Oriente, el Cuerno de África e India fueron algunas de las regiones representadas. “Recemos por una paz que devuelva dignidad a las personas”, expresó el Papa.
León XIV destacó la necesidad de reconciliación, perdón y coraje para reiniciar caminos de convivencia. Se refirió al dolor de los pueblos perseguidos y citó a Francisco al hablar de Iglesias “mártires”. “¿Quién mejor que ustedes para cantar esperanza en medio del horror?”, preguntó.
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Con emoción mencionó los conflictos activos, desde Tierra Santa hasta Tigray, y citó a Jesús: “La paz os dejo, mi paz os doy”. Aclaró que la paz cristiana no es silencio ni imposición, sino un don para reactivar vidas. El discurso fue interrumpido varias veces por aplausos.
El pontífice pidió a los líderes mundiales que dejen de ver enemigos y comiencen a ver personas con las que hablar. “La guerra nunca es inevitable”, afirmó. También remarcó que las armas no resuelven problemas sino que los agravan.
La audiencia estuvo colmada de banderas de países donde la fe cristiana convive con persecución y exilio. Maronitas, caldeos, coptos, greco-católicos y otros ritos estuvieron representados en primera fila. León XIV los llamó “luces del mundo” y agradeció su perseverancia.
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Criticó las narrativas maniqueas que dividen el mundo entre buenos y malos, y exigió el cese de la violencia. También pidió que los cristianos orientales puedan quedarse en sus tierras con todos sus derechos garantizados. “Trabajemos para que no se pierda esta riqueza espiritual”, pidió.
Evocó a León XIII y Juan Pablo II como pontífices que defendieron la dignidad de las Iglesias orientales. Rescató sus liturgias, su sentido del misterio y su lengua ancestral, el arameo. Alertó que el exilio y la diáspora amenazan con diluir ese patrimonio.
Le encargó al Dicasterio para las Iglesias Orientales definir directrices para conservar esas tradiciones vivas. Aseguró que los católicos de rito oriental enriquecen al mundo con su liturgia y espiritualidad. “La Iglesia los necesita”, exclamó.
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Pidió transparencia en la gestión eclesial, sin apegos a honores ni imágenes de poder. Llamó a los pastores a vivir la corresponsabilidad en los sínodos. “Que sus Iglesias sean ejemplo”, sostuvo.
León XIV cerró el acto saludando a los líderes religiosos presentes y bendiciendo a los fieles. Recibió regalos, como una capa dorada que se colocó brevemente. El gesto fue aclamado por la multitud que lo vivó al grito de “¡USA! ¡USA!”.
Antes de retirarse, saludó a los fieles que lo esperaban tras las vallas del pasillo central. Solo se detuvo para bendecir a un bebé, en un clima de júbilo por el nuevo Papa. Fue su segunda audiencia pública tras recibir a la prensa internacional.
Fuente: La Nación.











