


Una jornada caótica vivieron los pasajeros de Flybondi en el aeropuerto de Neuquén, tras la reprogramación consecutiva de un vuelo hacia Aeroparque. El vuelo inicial debía despegar a las 10:30, pero sufrió tres cambios de horario, sin certezas sobre su salida.


“Tenía el vuelo de Flybondi a las 10 y cuando llegué, me avisan por correo que lo reprogramaron”, expresó María Cabrera, una de las pasajeras afectadas. Según relató, el personal aseguró haber recibido la notificación recién esa mañana.
La aerolínea agrupó a los pasajeros del vuelo matutino con los del turno nocturno, sin brindar respuestas claras. Subieron al avión, permanecieron 20 minutos a bordo y luego recibieron la orden de descender. “Vi que se apagaron las luces y las turbinas, me pareció raro”, señaló María, quien subió por la escalinata y observó detalles inusuales. La falta de información generó incertidumbre y tensión creciente entre los pasajeros.
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La policía intervino ante peleas e insultos entre pasajeros. Algunos reclamaban con fuerza mientras otros pedían explicaciones por la imposibilidad de hacer trasbordos.
Recién a las 17:20, el comandante comunicó por parlante que el avión tenía un desperfecto. “Nos tenemos que bajar, el vuelo se cancela”, anunció. El vuelo de reemplazo aún no llegó. Desde los mostradores indicaron que un avión traerá repuestos y mecánicos desde Córdoba para reparar la aeronave.
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La empresa ofreció un reintegro de $10.500 para consumos y traslado en taxi. “A las 20 tenemos que volver, porque dicen que salimos a las 22:30, en el mismo avión”, dijo María con desconfianza.
Pasajeros reclamaron por la desorganización y la falta de comunicación. El clima siguió cargado por el temor a volar en una aeronave previamente declarada fuera de servicio. “Que el seguro lo cobren mis hijos”, ironizó la pasajera, con mezcla de bronca y resignación. El caso visibiliza un nuevo episodio de crisis operativa en la aerolínea low cost.
Fuente: LMN











