


Un equipo de astrónomos argentinos integró un descubrimiento destacado. Se trata de una estrella enana blanca con más variaciones de brillo que cualquier otra.


El hallazgo fue liderado por investigadores del CONICET. Trabajaron desde el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP-CONICET-UNLP).
La estrella se llama WD J0135+5722. Está ubicada a unos 160 años luz de la Tierra. La distancia equivale a 50 pársecs, según la medición astronómica. La zona forma parte de lo que se conoce como vecindad solar.
El hallazgo fue publicado en The Astrophysical Journal Letters. Esa es la revista especializada más importante a nivel mundial.
Solo existen ocho enanas blancas de este tipo en toda la galaxia. Esta estrella se destaca por sus propiedades extremas y sus vibraciones internas.
La estrella tiene una masa enorme en un tamaño muy reducido. Esa condición la convierte en una "enana blanca ultramasiva pulsante".
A diferencia de las estrellas comunes, a mayor masa, menor tamaño. Esa inversión hace que estas estrellas resulten difíciles de detectar.
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La enana blanca identificada tiene una masa 1,10 veces la del Sol. Sin embargo, no es gigantesca, sino pequeña y compacta.
Esa compresión extrema concentra su masa en un volumen mínimo. Esta propiedad la convierte en un objeto complejo para estudiar.
Lo más sorprendente del hallazgo fue la cantidad de pulsaciones. Detectaron 19 modos de vibración, el doble del récord anterior.
Las pulsaciones son variaciones de brillo causadas por desequilibrios térmicos. Duran algunos minutos y permiten estudiar el interior de la estrella.
Hasta ahora, nunca se habían identificado más de ocho pulsaciones. El nuevo caso supera ampliamente los registros previos.
El hallazgo fue parte de un proyecto internacional. Participaron científicos argentinos, españoles y norteamericanos.
Los datos más precisos llegaron desde el Gran Telescopio Canarias. Ese instrumento tiene uno de los espejos más grandes del mundo.
El espejo del telescopio mide 10,4 metros de diámetro. Está ubicado en las Islas Canarias, España.
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El telescopio permitió captar imágenes con altísima resolución. Los investigadores españoles compartieron los registros con el equipo argentino.
Los primeros indicios habían sido detectados en Estados Unidos. Desde el Observatorio Apache Point, solo vieron dos pulsaciones.
Gracias a la colaboración científica, se amplió la observación. El telescopio europeo reveló 19 vibraciones completas.
Alejandro Córsico, uno de los autores, explicó las propiedades del objeto. Dijo que las enanas blancas permiten explorar estados extremos de la materia.
Francisco De Gerónimo fue el primer autor del artículo científico. Señaló que los argentinos aportaron los cálculos teóricos para modelar la estrella.
El trabajo combina observación astronómica y modelos matemáticos. Es una muestra clara de la potencia de la ciencia colaborativa.
“Argentina puede participar si se asocia con países con recursos”, destacó De Gerónimo. Esa articulación fue clave para completar el hallazgo.
La estrella se suma al pequeño grupo de enanas blancas pulsantes. Cada una ofrece pistas sobre la evolución estelar y la física del universo.
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Los resultados confirman el valor de la ciencia argentina. A pesar de las dificultades, el sistema científico puede integrarse a proyectos globales.
La enana blanca hallada tiene valor astronómico y simbólico. Refleja el esfuerzo conjunto y el talento aplicado a la investigación.
El hallazgo podría abrir nuevas líneas de estudio. Los científicos ahora analizan cómo se generan tantas pulsaciones simultáneas.
El espacio vuelve a mostrar su complejidad y belleza. Y la ciencia argentina demuestra que está a la altura del desafío.











