


Playa Unión amaneció este martes con claras evidencias del fuerte oleaje que se produjo durante la noche del lunes, cuando el mar superó la primera fila de la Avenida Guillermo Rawson, provocando daños menores pero visibles en la zona costera.


Piedras de gran tamaño, restos marinos y arena quedaron esparcidos sobre la calzada y las veredas, generando sorpresa entre vecinos y transeúntes que no esperaban un fenómeno de estas características.
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Lo que más llamó la atención fue que no se habían emitido alertas ni pronósticos climáticos que anticiparan condiciones adversas. Según los datos de mareas disponibles, la altura máxima registrada fue de 4,1 metros, un valor considerado dentro de un coeficiente moderado.
No hubo tormentas activas ni ráfagas de viento significativas durante la noche, lo que convierte a este episodio en un fenómeno inusual por su intensidad localizada.
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Aunque no se trató de una marea extraordinaria, el oleaje fue lo suficientemente potente como para causar impacto en el frente costero. La situación encendió nuevamente el debate sobre la vulnerabilidad de las áreas urbanas costeras ante eventos que, aunque moderados, pueden provocar consecuencias si coinciden con determinados momentos del ciclo de marea o condiciones geográficas particulares.
En respuesta, personal de la Secretaría de Ambiente, Producción y Desarrollo Sustentable de la ciudad de Rawson inició este martes tareas de limpieza y remoción de los elementos desplazados por el mar. Las cuadrillas municipales trabajaron a lo largo de la rambla para garantizar la seguridad de peatones y vehículos, y para restablecer la transitabilidad en las zonas afectadas.
Fuente: Diario El Chubut











