La Armada hundirá en el mar al ARA Alférez Sobral, símbolo del heroísmo en Malvinas
Actualidad21/05/2025
REDACCIÓN
ARA Alférez Sobral
El buque ARA Alférez Sobral, que combatió en la Guerra de Malvinas, será hundido por la Armada como blanco naval. La decisión se tomó luego de fracasar los intentos por convertirlo en museo debido a su avanzado deterioro. Veteranos habían propuesto rescatarlo, pero el costo y su estado lo hicieron inviable.
El buque permanecía inactivo desde 2018, amarrado en la Base Naval Mar del Plata. Esta semana fue retirado del muelle y será trasladado mar adentro para cumplir su última misión. Será hundido durante un ejercicio, como ha ocurrido con otros buques históricos.
Durante el conflicto de 1982, el Sobral fue atacado por helicópteros británicos mientras buscaba a dos pilotos argentinos. El impacto de los misiles causó la muerte de ocho tripulantes, incluido el capitán Sergio Raúl Gómez Roca. Su acto de permanencia en el puente de mando lo convirtió en símbolo de valentía.
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“Hicimos una propuesta para rescatarlo, pero el barco estaba en condiciones calamitosas”, explicó Adolfo Schweighofer. El veterano de Malvinas y presidente del Centro de Excombatientes de Santa Fe encabezó el intento de salvataje. El plan buscaba restaurarlo y exhibirlo como museo con apoyo estatal.
El deterioro era profundo, sobre todo por encima de la línea de flotación. El interior presentaba pisos vencidos y zonas estructuralmente debilitadas. A esto se sumaban costos logísticos que requerían millones de dólares para traslado y mantenimiento.
La Armada resolvió hundirlo para evitar un colapso espontáneo, como ocurrió con el ARA Santísima Trinidad. Ese buque se hundió parcialmente en Puerto Belgrano en 2013 y generó críticas por falta de previsión. Ahora se intenta evitar un episodio similar en Mar del Plata.
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El ARA Alférez Sobral fue comprado en 1972 a la Armada de los Estados Unidos. Fue construido en el astillero Livingston Shipbuilding y sirvió durante décadas en distintas misiones. Su participación en Malvinas lo colocó en un lugar especial dentro del imaginario naval argentino.
El 3 de mayo de 1982 recibió un ataque directo en plena operación de búsqueda y rescate. Gómez Roca permaneció en el puente junto a su tripulación mínima hasta recibir el impacto letal. El puente de comando se conserva en el Museo Naval de Tigre como homenaje permanente.
Veteranos lamentaron no haber podido concretar su rescate, pese al impulso patriótico. Owen Crippa, piloto naval retirado y referente del proyecto, también había participado en los combates de 1982. Las gestiones contaron con respaldo institucional, pero no se consiguió financiamiento suficiente.
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El Sobral seguirá así el mismo destino que el ARA Piedrabuena, hundido en 1988 tras ser remolcado por el propio Sobral. Aquel buque, también veterano de Malvinas, fue usado como blanco en un ejercicio naval. Este método permite a la Armada practicar maniobras reales de combate.
La desactivación del Sobral representa un capítulo cerrado pero también doloroso para muchos excombatientes. La imposibilidad de conservarlo como museo expone las dificultades para preservar el patrimonio histórico bélico. Su historia quedará grabada en la memoria, aunque ya no en los puertos.
“Lo intentamos, pero lamentablemente no se pudo”, concluyó Schweighofer, en tono resignado. La decisión de hundirlo busca evitar riesgos mayores, pero deja un vacío simbólico difícil de reemplazar. El Sobral partirá a su último destino, como testigo silente del coraje en alta mar.
Fuente: La Nación.
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