


Carlos Salvador Bilardo volvió a ser noticia, esta vez por un encuentro cargado de afecto y recuerdos que emocionó al mundo Estudiantes. A sus 87 años, y mientras continúa su tratamiento por el síndrome de Hakim-Adams, el “Narigón” recibió en su casa a varios exjugadores que supieron ser parte de su última etapa como entrenador del club platense. La reunión fue íntima, sincera y profundamente simbólica para quienes vivieron aquel ciclo que marcó el retorno de Bilardo al banco albirrojo entre 2003 y 2004.


El histórico DT compartió el momento con Pablo Lugüercio y José Sosa, dos futbolistas que él mismo potenció en sus inicios y que luego formarían parte del Estudiantes campeón del 2006. También se sumaron a la reunión Pocho Massina, Oscar De Barrio y Miguel Lemme, en una escena que reunió experiencia, cariño y admiración mutua. “Estar con Carlos otra vez fue una alegría inmensa”, compartió Lugüercio en redes sociales, junto a una imagen que se volvió viral entre los fanáticos pincharratas.
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Bilardo dejó una huella profunda en el club que va más allá de su paso como jugador o entrenador. Su filosofía, su obsesión por el detalle y su mirada estratégica marcaron generaciones de futbolistas que lo reconocen como un faro. Aunque su último paso por el banco fue breve, supo sembrar vínculos y dejar enseñanzas que perduran en el tiempo.
El reencuentro tuvo lugar en la residencia donde Bilardo permanece cuidado por su familia y rodeado de afectos, en un entorno que resguarda su bienestar físico y emocional. Su estado de salud sigue siendo delicado por el avance de una enfermedad neurodegenerativa, pero su ánimo y lucidez para ciertas situaciones específicas permanecen presentes. El contacto con viejos conocidos suele despertar en él gestos y palabras que emocionan a quienes lo visitan.
Las imágenes difundidas por Lugüercio provocaron una ola de comentarios de exjugadores, hinchas y colegas que recordaron momentos compartidos con Bilardo. Entre ellos se destacaron los mensajes de Gonzalo Klusener y Marcelo Carrusca, que también fueron parte de aquel plantel. El gesto de acercarse a saludarlo fue leído como una muestra de gratitud, memoria y pertenencia.
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Bilardo representa una figura central no solo para Estudiantes, sino para todo el fútbol argentino. Como DT campeón del mundo en 1986 y protagonista de una carrera signada por su método, dejó enseñanzas que hoy se replican en escuelas de fútbol, cuerpos técnicos y charlas de vestuario. Su nombre genera respeto incluso entre quienes no compartieron directamente cancha con él.
La visita generó un clima de celebración afectiva dentro del mundo pincharrata, que sigue considerando a Bilardo como un símbolo inalterable. Su legado se sostiene tanto en los logros deportivos como en los vínculos personales que supo construir. Para muchos, este tipo de gestos son tan importantes como una estrella en la camiseta.
En Estudiantes, cada aparición pública de Bilardo es un acontecimiento que convoca la emoción colectiva. Lo mismo ocurrió con su reciente cumpleaños número 87, que fue conmemorado por el club y por múltiples instituciones del fútbol argentino. El afecto que recibe en vida es reflejo del lugar que ocupa en la memoria popular.
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El vínculo entre Bilardo y sus exjugadores es un testimonio vivo de lo que significó su paso por el fútbol: una mezcla de intensidad, vocación y compromiso. Cada uno de los que pasó por su conducción técnica recuerda enseñanzas que exceden lo táctico. La visita fue, en ese sentido, un acto de reconocimiento a todo lo que Carlos les dio.
Más allá del diagnóstico médico, el “Narigón” conserva chispazos de lucidez cuando revive episodios de su carrera. La conversación con Lugüercio y Sosa, según contaron, incluyó referencias a partidos, tácticas y anécdotas que desataron sonrisas. “No se olvida de lo importante,” escribió uno de los presentes, conmovido por el momento compartido.
El club Estudiantes de La Plata también compartió la imagen en sus redes oficiales, agradeciendo la visita y celebrando la conexión entre generaciones. Esa comunidad albirroja que tanto lo respeta mantiene viva su figura y lo reconoce como uno de los arquitectos de la identidad futbolística del club. La institución se ha comprometido en más de una ocasión a preservar su legado.
Fuente: N A











