


Franco Colapinto se prepara para afrontar este fin de semana uno de los desafíos más emblemáticos del automovilismo mundial: el Gran Premio de Mónaco. El joven de 21 años, oriundo de Pilar, volverá a poner a un argentino en la grilla del Principado tras 25 años de ausencia nacional en esta competencia de Fórmula 1. Su participación representa no solo un nuevo paso en su carrera dentro del equipo Alpine, sino también una oportunidad de inscribir su nombre en una lista histórica que incluye a leyendas como Juan Manuel Fangio y Carlos Reutemann.


Será la primera vez que Colapinto dispute el GP de Mónaco en F1, aunque ya ha probado su habilidad en el circuito callejero durante su paso por la F2 y la F3. En 2023, logró destacarse con un cuarto puesto en la carrera Sprint y un sexto en la principal, demostrando su capacidad para competir en trazados exigentes y sin margen para el error. Esta vez, con los colores del equipo francés, buscará repetir esa solvencia, en un circuito donde el motor no lo es todo, y la destreza del piloto puede marcar la diferencia.
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La historia argentina en Mónaco es breve pero ilustre. Solo ocho pilotos nacionales lograron largar allí, pero únicamente dos consiguieron llegar a la meta: Fangio, quien ganó en 1950 y 1957, y Reutemann, que se impuso bajo la lluvia en 1980. Ambos transformaron sus participaciones en gestas memorables. Desde entonces, otros nombres como Oscar Larrauri, Esteban Tuero y Gastón Mazzacane intentaron sin éxito completar la carrera.
El debut de Colapinto en Montecarlo con la escudería Alpine llega tras su actuación en Imola, donde marcó un tiempo de vuelta más veloz que su compañero Pierre Gasly, lo que alimenta el optimismo de cara a esta cita. “Mónaco es un circuito donde el auto influye menos que en otros trazados, y eso puede beneficiarnos”, expresó el piloto argentino ante la prensa.
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El automovilismo argentino lleva décadas esperando volver a tener presencia en la elite mundial. En ese contexto, lo que ocurra este domingo tendrá una carga simbólica especial. No se trata solo de una carrera más, sino de la posibilidad de reconectar con una historia de gloria que parecía lejana. Colapinto no solo buscará avanzar en su carrera profesional, sino también representar a una afición que no olvida.
Fuente: Olé, TyC, Clarín











