


Franco Colapinto cumplió su primera práctica en el circuito callejero de Mónaco y cerró la jornada en el puesto 19. El piloto argentino utilizó la tanda para adaptarse a un trazado exigente, donde los errores no tienen margen. Fue su segunda participación con Alpine en la Fórmula 1, en el marco de un fin de semana lleno de expectativa.


La sesión tuvo momentos de intensidad, interrupciones por incidentes y condiciones ideales para girar. La temperatura en pista superó los 39 grados y complicó el rendimiento de los neumáticos. Colapinto trabajó sobre compuesto duro en su primer intento, sin arriesgar tiempos de clasificación.
En el primer tramo, Charles Leclerc protagonizó un roce con Stroll que obligó a una bandera roja. “Chocamos. Seguro que no se dio cuenta de que había bandera azul”, reclamó el monegasco en la radio. La pista fue liberada tras algunos minutos, con todos los pilotos nuevamente en acción.
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Colapinto marcó su primer tiempo con neumáticos duros y se ubicó 15°, aunque rápidamente cayó al fondo de la tabla. Su compañero, Pierre Gasly, fue progresando hasta alcanzar el octavo lugar con mejor ritmo de vuelta. La diferencia entre ambos muestra el largo camino de adaptación que aún le queda al argentino.
En su segundo intento, ya con gomas blandas C6, Colapinto bajó su marca y subió hasta el puesto 17. Quedó a 2,5 segundos del mejor tiempo de Leclerc, que fue seguido por Verstappen y Norris. Ferrari, Red Bull y McLaren ocuparon los primeros puestos del ensayo.
La sorpresa de la jornada la dieron los Williams, con Alexander Albon cuarto y Carlos Sainz séptimo. Estos resultados muestran que el rendimiento no fue lineal y que los equipos aún buscan configuraciones ideales. Mónaco suele generar distorsiones en los tiempos y no siempre anticipa lo que pasará en clasificación.
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Colapinto tuvo un momento de confusión cuando entró a boxes y casi se detiene en el garaje de Mercedes. Una rápida corrección evitó una situación peligrosa en los pits. El incidente refleja la necesidad de seguir sumando experiencia en el entorno de la categoría reina.
Gasly, en tanto, protagonizó un incidente cuando casi choca con un Haas en la chicana. “¡Que se despierten! ¡Esto es Mónaco!”, gritó por radio visiblemente molesto. El tráfico en las calles angostas del principado suele provocar este tipo de roces.
Más allá del resultado, el día sirvió como primer contacto real de Colapinto con el trazado más emblemático de la F1. “Uno de los circuitos más desafiantes”, había dicho el argentino en la previa, tras probar el simulador. La experiencia callejera en Bakú, Singapur y Las Vegas le dio herramientas para este tipo de escenarios.
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El Gran Premio de Mónaco introduce este año un cambio reglamentario: todos los pilotos deberán realizar dos paradas obligatorias. El objetivo es incentivar el uso de diferentes compuestos y dinamizar la estrategia de carrera. Esto podría beneficiar a quienes cuiden mejor sus neumáticos, como lo hizo Colapinto en Imola.
El argentino también se tomó con humor su reciente paso por el Festival de Cannes, donde asistió vestido de gala. “No sabía lo que era un smoking hasta el domingo”, bromeó. Relató que lo alquiló porque comprarlo era demasiado costoso: “Me sale más barato alquilar dos bicicletas”.
A las 12 del mediodía será la segunda tanda de entrenamientos, donde se espera que Colapinto intente acercarse al ritmo de Gasly. La jornada del viernes dejará una mejor foto del rendimiento de Alpine de cara a la clasificación del sábado. El clima, que anuncia lluvia, podría abrir una oportunidad para que el argentino dé la sorpresa.
Fuente: La Nación.











