

Pesca: casi 5 mil millones en cheques sin fondos sacuden la cadena de pagos
Actualidad30/05/2025

La crisis de rentabilidad en la industria pesquera argentina muestra una de sus consecuencias más graves: el colapso de la cadena de pagos. Un relevamiento realizado en el sistema del Banco Central revela que una docena de empresas del sector acumulan deudas por casi 5 mil millones de pesos en cheques rechazados, en su mayoría emitidos desde mediados de 2023 hasta la última semana. La cifra pone en evidencia el deterioro financiero de las principales compañías del rubro, y su impacto ya alcanza a talleres navales, proveedores, frigoríficos y trabajadores.


El dato más contundente: 799 cheques sin fondos por un total de 4.912 millones de pesos, muchos de ellos circulando entre actores del sector que los usan como parte de pago. La práctica de solicitar a los tenedores que no los depositen, por falta de fondos, se volvió habitual para evitar sanciones regulatorias, aunque el perjuicio se multiplica en toda la cadena.
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Entre las empresas más comprometidas aparece Ocean Star SA, vinculada al grupo Gaveteco, que lidera el listado con 1.423 millones de pesos en deuda, distribuidos en 147 cheques rechazados. A pesar de haber obtenido autorización para reactivar su frigorífico en Mar del Plata, su credibilidad comercial está debilitada, y se le dificulta conseguir materia prima.
Le sigue la chubutense Mirabella, propiedad de Carli Rocca, que enfrenta 787 millones en cheques rechazados y ya inició un proceso de concurso preventivo. El futuro de sus activos es incierto, en un contexto de parálisis en la flota tangonera y freno en las exportaciones.
La marplatense Fishing Ground MDQ, de Leandro Ciccolella, registra 705 millones de pesos en 133 cheques sin fondo, en medio de acusaciones por evasión fiscal. También figura HG Mariscos SRL, de Alejandro Pennisi, con 505 millones en deuda, mientras que SBG Fish SA e Inclumar SA, vinculadas a Franco Massari, suman otros 460 millones.
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El frigorífico M.Y.A Kalimar SA, de Marcelo Di Scala, suma 362 millones en cheques rechazados, y Food Partners Patagonia, afectada por la falta de actividad pesquera en Chubut, arrastra 182 millones de pesos en deudas. Por último, Ostramar, otra empresa de Mar del Plata, aparece con 132 cheques rechazados por 131 millones, e incluso enfrenta demoras en el pago a sus empleados.
La situación no solo implica una crisis financiera. Es el reflejo de un colapso estructural, vinculado al atraso cambiario, la inflación en dólares, la presión tributaria y las retenciones a las exportaciones. Con fábricas cerradas, barcos parados y trabajadores despedidos, la cadena productiva entra en riesgo de quiebre definitivo si no se produce una reactivación o intervención urgente.
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La caída de ingresos, combinada con una alta dependencia del mercado externo, agrava el cuadro. Los actores más pequeños de la cadena —talleres, proveedores, transportistas— son los más vulnerables, ya que dependen del cobro de estos cheques para sostener su actividad diaria.
Mientras tanto, el número crece semana a semana, y los casi 800 cheques rechazados son apenas la parte visible de una crisis que amenaza con extenderse al conjunto del sector marítimo y exportador del país.
Fuente: Revista Puerto











