

“Nosotros bajamos los precios para que más argentinos se vistan bien”
Actualidad30/05/2025

Equus comunicó una baja de hasta el 40% en los precios de su ropa. La medida incluye sweaters, camisas, pantalones, camperas y abrigos. Los valores bajaron a niveles de 2024. La marca busca aumentar ventas en un contexto económico adverso.


El anuncio se produce en medio de una fuerte caída del consumo. Las familias dejaron de comprar ropa por el ajuste. Las tiendas ven menos movimiento. Las promociones no alcanzan. La ropa se convirtió en un lujo para muchos sectores.
Desde la empresa explicaron los motivos de la decisión. “Estamos convencidos de que como argentinos debemos acompañar a nuestros consumidores en este momento clave de recuperación económica”, señalaron los CEOs Pedro y Martín Wolfsohn en un comunicado oficial.
Los empresarios destacaron la importancia de ofrecer precios accesibles. “Desde siempre en Equus buscamos ofrecer prendas de excelente calidad con materias primas de altos estándares internacionales a precios accesibles al mercado local”, añadieron los responsables de la marca.
La decisión se suma a otras marcas que también bajaron sus precios. Días antes, Federico Álvarez Castillo, creador de Etiqueta Negra, anunció una reducción del 10%. Lo hizo público en redes sociales. El mensaje se viralizó rápidamente entre usuarios.
El presidente Javier Milei celebró las decisiones comerciales. Lo hizo con una publicación breve en su cuenta de X: “Como doma Menger. Fin”. Se refirió al economista austríaco Carl Menger. Afirmó que la baja se explica por las leyes del mercado.
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Las marcas argumentan que adaptan sus precios a la nueva normativa. En especial, a la baja de aranceles y a la apertura de importaciones. El Gobierno eliminó trabas. El mercado ahora ofrece productos más baratos desde China, Portugal e Italia.
Los empresarios también buscan sostener la clientela local. “Queremos invitar a todos los argentinos a que se acerquen a nuestros locales y comprueben que esta relación de precios accesibles y excelente calidad es real”, dijeron desde Equus en su comunicado.
Equus opera con 69 locales exclusivos y más de 70 puntos mayoristas. También tiene una tienda online. Los precios actualizados incluyen sweaters desde $49.900, camisas desde $59.900 y jeans desde $64.900. Son valores más bajos que el promedio actual del mercado.
Desde la Fundación ProTejer advirtieron sobre el impacto de la medida. La organización reveló que las importaciones de ropa crecieron un 86% y las de textiles para el hogar un 109% en volumen durante el primer trimestre del año.
El informe señala que el 67% de la ropa que se compra hoy es importada. Las prendas extranjeras ganan espacio en los negocios. Compiten en precio. Atraen al público. La industria nacional no logra competir en condiciones igualitarias, según el relevamiento.
Luciano Galfione, presidente de ProTejer, dio su visión sobre el escenario. “Hoy tenemos 6 de cada 10 máquinas paradas en Argentina, y eso tiene consecuencias en el empleo”, expresó. Alertó por los puestos perdidos y la pérdida de capacidad instalada.
Según Galfione, ya se perdieron 10.000 puestos de trabajo en el sector. Afirmó que si no se cambia la política económica, la crisis puede profundizarse. Dijo que bajaron los aranceles. Se perjudicó a quienes producen riqueza en el país.
El empresario remarcó que el problema no es el costo de producción. Dijo que los productos importados también se venden caros. Aseguró que el problema es la cadena comercial. Señaló sobreprecios, impuestos elevados, alquileres caros y costos financieros imposibles de asumir.
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“No lloramos, explicamos”, respondió Galfione a los cuestionamientos. En X, muchos usuarios criticaron su postura. Dijeron que los industriales no quieren competir. Él retrucó: “Que compres caro no es responsabilidad del industrial. En Argentina es caro todo, no sólo la ropa”.
El debate se volvió viral y expuso el conflicto en el sector. De un lado, marcas que bajan precios. Del otro, fabricantes que no pueden hacerlo. Todos coinciden en algo: el consumo cayó. Las ventas están en niveles muy bajos.
El Gobierno promueve la competencia con productos del exterior. Apuesta a que el consumidor pueda comprar más barato. Usa esa lógica para contener la inflación. Celebra cuando las empresas bajan sus precios, pero no interviene para sostener la producción local.
Desde Equus, los directivos remarcan que la calidad no se pierde. Aseguran que usan materias primas con estándares internacionales. Reafirman que sus prendas siguen siendo versátiles y duraderas. Quieren que más personas se vistan en Equus en distintos momentos del día.
Las tiendas de ropa registraron caídas fuertes en los últimos meses. Algunas cerraron. Otras redujeron personal. Los alquileres subieron. Las ventas bajaron. Las tarjetas se usan menos. Los consumidores priorizan alimentos, medicamentos y transporte. La ropa dejó de ser prioridad.
La Fundación ProTejer considera que la situación es insostenible. Asegura que hay competencia desleal. Los productos extranjeros llegan con aranceles más bajos que en Brasil. Reclaman condiciones equitativas para competir. Piden un plan de emergencia para proteger a la industria nacional.
Desde Etiqueta Negra remarcaron que no aumentaban desde hace un año. Señalaron que absorbieron la inflación. Bajaron el precio promedio un 10%. Federico Álvarez Castillo dijo que adaptaron sus precios a los nuevos aranceles. “Es lo que corresponde”, afirmó.
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Equus confía en recuperar volumen con esta estrategia comercial. Apuesta a vender más y ganar en escala. Ofrece precios más bajos sin resignar calidad. Busca mantenerse activa en un mercado que achicó su tamaño. Quiere fidelizar clientes con precios reales.
El caso de Equus no es aislado. Otras marcas podrían sumarse. La estrategia impacta en el corto plazo. El consumidor accede a mejores precios. Pero la producción nacional retrocede. Las fábricas achican turnos. Se pierde empleo. La tensión va en aumento.
El sector pide revisar la política económica. Las importaciones golpean. La baja de consumo afecta a todos. Los industriales exigen protección. Reclaman financiamiento, créditos y reducción de impuestos. También mejoras en logística y transporte. El Estado, por ahora, no responde.
Las marcas que bajan precios ganan protagonismo mediático. Son celebradas en redes. Consiguen publicidad gratis. Aprovechan la situación. Se adaptan. Los fabricantes quedan fuera del foco. Denuncian que el modelo actual no es sustentable ni justo para la industria nacional.
Los consumidores eligen con el bolsillo. No pueden esperar. Buscan precios bajos. Comparan. Optan por lo más barato. La calidad pasa a segundo plano. Las marcas lo saben. Por eso bajan precios. Quieren vender y seguir en el mercado.
El Gobierno insiste con su estrategia. Apuesta a la oferta para bajar precios. Celebra cada baja como un logro. No habla de cierres ni despidos. Mira el precio, no el empleo. Cree en el ajuste y en el orden fiscal.
La discusión seguirá abierta. Las marcas bajan precios. El Gobierno festeja. El sector textil protesta. Los consumidores compran lo que pueden. La inflación sigue. La producción cae. Las decisiones tienen consecuencias. El mercado define ganadores y perdedores en cada rebaja.
El precio es el nuevo centro de la política económica. Marca la cancha. Decide qué empresa sigue y cuál cierra. Define quién compra y quién no. En este juego, Equus decidió moverse. Bajó precios. Apostó fuerte. Y prendió la mecha.











