

Preocupan graves amenazas contra una institución educativa de Comodoro
Policiales30/05/2025

“Decían que iban a matar a los chicos”, señalaron las autoridades del Colegio Salesiano Deán Funes de Comodoro Rivadavia. Las amenazas circularon por las redes sociales oficiales del colegio y provocaron la activación inmediata de un protocolo preventivo.


El mensaje advertía que habría “una bala para cada alumno”. La frase encendió todas las alarmas dentro de la institución. La comunidad educativa respondió con firmeza, contención y una denuncia urgente ante las autoridades policiales y judiciales.
Los comentarios fueron publicados este martes por la noche. El perfil agresor dejó mensajes en las cuentas oficiales de Facebook e Instagram del colegio. La situación fue detectada por personal del establecimiento que notificó a la directora.
“Nos alertaron a eso de las 20 horas”, dijo Edith Eva Sauer. La directora del colegio explicó que los mensajes fueron visibles en publicaciones del colegio y que su contenido era extremadamente grave. La amenaza fue directa, intimidante y sin vueltas.
“Decían que iban a acercarse al colegio y hacerlos sufrir”. Así lo expresó Sauer al describir el contenido textual de la amenaza. Se trataba de un mensaje que hablaba de violencia directa contra los alumnos, con claras intenciones de generar miedo.
El colegio realizó la denuncia en la Seccional Mosconi. La policía dio inmediato aviso a la Fiscalía y a la Brigada de Investigaciones. La respuesta fue rápida y coordinada. El caso quedó en manos del sistema judicial provincial.
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La directora destacó la atención recibida por las fuerzas policiales. “Nos atendieron muy bien”, remarcó Sauer. Valoró la intervención inmediata de la comisaría, la fiscalía y el equipo de investigación que asumió el seguimiento del caso.
Los mensajes fueron eliminados, pero el daño ya estaba hecho. El perfil desde donde se publicaron fue modificado enseguida. La comunidad educativa alcanzó a tomar capturas antes de que desaparecieran los comentarios. La fiscalía investiga la autoría.
Se presume que se trató de un perfil falso. Según explicó Sauer, “el nombre del perfil cambió cuando empezamos a hacer capturas”. La cuenta ya fue dada de baja, pero se trabaja sobre las huellas digitales dejadas por el agresor.
La gravedad del caso generó conmoción en toda la comunidad. Muchos padres se acercaron con preocupación. Algunos alumnos decidieron no ingresar al colegio, por temor. El clima fue de máxima tensión desde temprano.
“Algunos chicos no querían entrar al colegio”, reconoció Sauer. Padres y madres esperaban en la puerta, angustiados. Las autoridades escolares dialogaron con las familias, brindaron calma y dejaron la decisión de asistir o no en manos de los tutores.
El colegio mantuvo sus actividades bajo custodia policial. Desde primera hora, efectivos recorrieron el estacionamiento, los alrededores y el edificio. Hubo presencia permanente de uniformados durante toda la jornada.
“Están haciendo el recorrido, nos están acompañando”, detalló Sauer. La directora valoró la protección brindada por la policía. También agradeció la disposición de la Brigada de Investigaciones, que visitó la institución en varias oportunidades.
La jornada escolar comenzó con una reflexión compartida. El equipo docente saludó a los chicos como cada mañana. Hubo un momento de oración, diálogo y acompañamiento emocional para hablar del miedo y generar un espacio de confianza.
“Ahí charlamos de la situación con los chicos”, explicó Sauer. Pidió a los estudiantes que informen si detectan nuevos mensajes. El colegio promueve una cultura de cuidado, escucha activa y responsabilidad compartida ante este tipo de situaciones.
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La institución trabaja en prevención desde hace tiempo. Según afirmaron, se abordan temas como el uso responsable de redes sociales y los vínculos dentro del aula. Los docentes sostienen una línea de trabajo integral para anticiparse a los conflictos.
No se manejan hipótesis sobre la motivación del mensaje. La directora prefirió no especular sobre el origen de la amenaza. “Lo dejamos en manos de la justicia”, dijo. Aseguró que seguirán colaborando con todo lo que esté a su alcance.
No se descarta que haya sido una broma de mal gusto. Algunos plantearon similitudes con lo ocurrido en la Universidad San Juan Bosco. Sin embargo, no hay elementos que permitan vincular ambos casos o sacar conclusiones apresuradas.
Desde la institución se descarta una sanción inmediata. “Nosotros no hablamos de expulsión”, subrayó Sauer. La conducción del colegio apuesta al acompañamiento y a la escucha antes de cualquier medida disciplinaria.
El colegio sostiene una política de contención integral. Cuando ocurren situaciones graves, se escucha, se acompaña y se actúa en función de los valores del proyecto educativo salesiano. La comunidad escolar mantiene un compromiso pedagógico fuerte.
La prioridad fue proteger a los estudiantes y a sus familias. Desde el primer momento se trabajó en coordinación con la policía, la fiscalía y el equipo institucional para mantener la calma y garantizar seguridad.
Las amenazas generaron fuerte rechazo en redes sociales. Muchos usuarios expresaron solidaridad con la comunidad educativa. También exigieron investigaciones rápidas y sanciones ejemplares para quienes amenacen la seguridad escolar.
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La justicia analiza rastros digitales del perfil involucrado. Especialistas informáticos ya trabajan en identificar la dirección IP y otras pistas que puedan determinar el origen de las publicaciones violentas.
La policía monitorea el entorno del colegio de forma permanente. No se registraron incidentes ni hechos posteriores. La presencia policial fue disuasiva y sirvió para reforzar la confianza de familias y estudiantes.
Los docentes mantuvieron el vínculo pedagógico con firmeza. La jornada se desarrolló con normalidad y sin suspensiones. Se priorizó la continuidad escolar como mensaje de resiliencia frente al miedo.
Los estudiantes participaron con madurez de las reflexiones. Se generaron espacios de escucha en los cursos. El equipo directivo tomó contacto con cada grupo y reafirmó la importancia de la solidaridad y el respeto mutuo.
La comunidad educativa rechazó toda forma de violencia. Lo hizo desde el aula, desde la oración, desde el encuentro cotidiano. Se trató de una respuesta colectiva a un hecho que buscó generar terror.
“Lo importante es acompañar, contener y prevenir”, concluyó Sauer. El colegio Salesiano asumió el hecho con responsabilidad y decisión. El mensaje fue claro: la escuela no se calla frente a la amenaza.
El caso sigue en investigación judicial. Mientras tanto, la institución refuerza su compromiso con la seguridad, el cuidado y el trabajo en valores. El objetivo es que esto no vuelva a ocurrir nunca más.











