


En una declaración que reaviva tensiones en Medio Oriente y marca un fuerte giro en la política exterior argentina, el presidente Javier Milei anunció este miércoles en Jerusalén que en 2026 se hará efectivo el traslado de la Embajada argentina en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén, cumpliendo una de sus principales promesas electorales y de alineamiento estratégico con Estados Unidos e Israel.


Durante su intervención en la Knéset (Parlamento israelí), Milei sostuvo: “Esta administración y muy especialmente este presidente afirma el derecho de Israel a la legítima defensa y nuestra vocación es honrar la amistad histórica que caracteriza a nuestros países”, en un discurso cargado de definiciones diplomáticas y respaldo político a las acciones del Estado israelí.
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El mandatario argentino había manifestado en febrero de 2024 su intención de trasladar la embajada, pero hasta ahora no había fijado una fecha concreta. El anuncio lo posiciona junto a un reducido grupo de países que reconocen a Jerusalén como capital de Israel, una decisión que genera rechazo internacional y controversias legales debido al carácter disputado de la ciudad, especialmente en su sector oriental.
La decisión fue celebrada por autoridades israelíes, entre ellas el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, quien expresó en redes sociales: “Gracias, presidente Javier Milei, por tu importante anuncio en la Knéset de mover la embajada argentina a Jerusalén, la capital eterna de Israel”.
El gesto diplomático se produce en un contexto altamente sensible, ya que desde octubre de 2023 Israel mantiene una ofensiva militar sobre la Franja de Gaza, que ha provocado más de 55.000 muertes según fuentes locales. En este marco, Milei no dudó en declarar formalmente a Hamás como una organización terrorista, en línea con su postura pro-occidental y anti-islamista.
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Con este paso, Argentina se suma a Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Kosovo, Papúa Nueva Guinea y Paraguay, que ya trasladaron sus embajadas a Jerusalén. La decisión sigue el camino iniciado por el expresidente norteamericano Donald Trump en 2018, al reconocer a Jerusalén como capital israelí, un hecho que alteró el equilibrio diplomático en la región.
El anuncio también tiene implicancias internas. Milei refuerza su perfil en política internacional y consolida alianzas estratégicas en un momento de tensiones con sectores progresistas y gobiernos de izquierda en América Latina, que ya han expresado su respaldo a Cristina Fernández de Kirchner tras la ratificación de su condena por corrupción.
La movida geopolítica podría impactar en los vínculos de Argentina con el mundo árabe y con organismos internacionales que promueven una solución de dos Estados y reconocen el carácter internacional de Jerusalén hasta que haya un acuerdo entre Israel y Palestina.
Fuente: Infobae









