

Shakira no logra calmar la tormenta. En menos de una semana, suspendió su show en Los Ángeles, pospuso el de Boston y ahora bajó el telón en San Antonio.

La razón no fue artística ni legal. Según explicó la propia cantante, el escenario no cumplía con las condiciones mínimas de seguridad. El problema surgió con una estructura provista por una empresa externa.
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“Nos vemos obligados a reprogramar mi espectáculo con entradas agotadas en San Antonio”, expresó Shakira en un comunicado. “Estoy devastada y con el corazón roto”, agregó.
El show iba a realizarse en el Alamodome. Los fanáticos ya hacían fila cuando se difundió la noticia. Muchos viajaron desde otras ciudades y se mostraron furiosos en redes sociales.
“Una hora antes del concierto, no se hace eso”, escribió una usuaria. Otros reclamaron por gastos en hotel, transporte y estacionamiento. Las críticas no tardaron en multiplicarse.
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Esta gira, llamada Las Mujeres Ya No Lloran World Tour, también sufre reprogramaciones en Perú, Colombia, Chile y República Dominicana. La incertidumbre gana terreno.
Los conciertos en Houston, previstos para el lunes 16 y martes 17, siguen en pie. Aunque no hay confirmación oficial sobre nuevas cancelaciones.
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Shakira se disculpó, pero el malestar crece. Su intención de cuidar a su equipo y al público no calmó la frustración general.
Fuente: La Opinión








