Un gendarme fue detenido en Esquel por conducir ebrio y realizar maniobras peligrosas

Un efectivo de Gendarmería Nacional protagonizó una grave infracción vial en la mañana del sábado, cuando fue sorprendido realizando maniobras peligrosas al volante de un Peugeot 308 en las inmediaciones de la terminal de ómnibus de Esquel. La situación encendió la alarma del centro de monitoreo, que inmediatamente dio aviso a la Policía para intervenir ante el evidente riesgo para los transeúntes y otros automovilistas.

La intervención se concretó a las 09:10 horas sobre la calle Alvear al 1800, donde los uniformados localizaron al conductor y constataron su estado de ebriedad. Según informaron fuentes policiales, el hombre de 35 años se encontraba con claros signos de intoxicación alcohólica y sostenía una lata de cerveza en la mano en el momento en que fue interceptado por el personal.

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Ante la evidencia, se convocó al área de Tránsito Municipal para realizarle el test de alcoholemia correspondiente. La primera medición arrojó un resultado alarmante de 2,2 gramos por litro de alcohol en sangre, mientras que la contraprueba marcó 1,7 gramos. Ambos valores superan ampliamente el límite legal establecido por la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449.

En cumplimiento de la normativa vigente, las autoridades procedieron a labrar el acta de infracción correspondiente y a retener de forma inmediata la licencia de conducir del gendarme. Se trató de una situación de suma gravedad no sólo por el nivel de alcohol detectado, sino por tratarse de un agente que forma parte de una fuerza de seguridad nacional.

Tras las actuaciones de rigor, el infractor designó a un conductor alternativo, quien se sometió a la prueba de alcoholemia con resultado negativo y fue habilitado para conducir el vehículo. Este procedimiento permitió evitar el secuestro del rodado, aunque no exime al infractor de las responsabilidades administrativas y penales que podrían surgir.

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El hecho se enmarca en un contexto de creciente preocupación por los incidentes viales protagonizados por conductores en estado de ebriedad, y refuerza los pedidos de controles más rigurosos en zonas urbanas, especialmente durante fines de semana o en cercanías de terminales y áreas de alto tránsito.

Además, desde el ámbito institucional se espera una evaluación interna en Gendarmería Nacional para determinar si el efectivo será sometido a una sanción administrativa o disciplinaria, dado que se encontraba fuera de servicio pero incumpliendo normas de convivencia vial básicas.