
Un adolescente planeaba un ataque en un recital de Oasis inspirado en un asesino serial
Otros Temas16/07/2025
REDACCIÓN
El fanatismo tomó una forma mortal. Un adolescente de 17 años en Gales, Reino Unido, planeaba cometer un atentado en el concierto de regreso de Oasis en Cardiff, previsto para el 4 de julio.


Su referente era Axel Rudakubana, el asesino que mató a tres niñas e hirió a diez personas durante un taller de danza en Southport el año pasado. El joven tenía en su poder el mismo manual de Al Qaeda que usó el criminal británico, de 188 páginas, y lo compartía entre sus dispositivos.
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La investigación reveló detalles escalofriantes. El acusado había marcado como posibles objetivos no solo el recital, sino también una escuela de danza cercana a su casa y su propia escuela. En su celular guardaba una lista titulada “lugares para atacar”.
La policía encontró evidencias claras: búsquedas sobre cuchillos, imágenes de armas, mensajes en redes sociales donde preguntaba si un cuchillo “funcionaría” y un alias en Snapchat que aludía al nombre del asesino de Southport.
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“Quiero hacer algo como él”, llegó a decirle a un amigo. Su fascinación por Rudakubana lo llevó a modificar imágenes del asesino con burlas hacia sus víctimas.
El joven también afirmó que intentó fabricar ricina, el veneno utilizado en el ataque anterior, aunque luego lo negó ante los oficiales.
Fueron los reportes ciudadanos los que evitaron una tragedia. Un contacto en Snapchat lo denunció, y su familia también expresó preocupación. En una sesión con un consejero, el adolescente confesó sus planes, lo que generó la intervención policial.
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La justicia no lo acusó por terrorismo. Según la legislación británica, la motivación debe ser política, religiosa o ideológica. En este caso, la motivación se vincula más al culto personal, al odio y al deseo de notoriedad.
Por ahora, el joven enfrenta cargos por posesión de material útil para actos terroristas. Se espera una evaluación psiquiátrica antes de la sentencia definitiva.
La comunidad sigue en alerta. El ataque de Southport dejó una herida profunda en Reino Unido y este nuevo caso refleja la influencia que ciertos hechos violentos ejercen sobre jóvenes vulnerables.
Fuente: Infobae

















