Los usuarios pagarán tres megaobras eléctricas para evitar nuevos apagones
Actualidad23/07/2025
Sergio Bustos
Nuevas obras energéticas se licitan.
El Gobierno activó el plan para evitar que el verano vuelva a fundir la red eléctrica. La Secretaría de Energía inició las primeras licitaciones del Plan Nacional de Ampliación del Transporte Eléctrico con tres obras prioritarias. Las construirá el sector privado, pero los usuarios las financiarán a través de la tarifa.
“Se trata de una inversión que no asumirá el Estado, sino que estará a cargo del sector privado mediante un régimen de concesión”, explicaron desde la cartera energética. A diferencia de modelos anteriores, ahora el Estado no aportará fondos públicos.
La primera obra es AMBA I, destinada a reforzar el suministro en el Área Metropolitana. Incluirá una nueva estación transformadora en Plomer y más de 500 kilómetros de tendido de alta tensión. Permitirá equilibrar la demanda de energía en una región que consume el 40% del total nacional.
La segunda intervención será el tendido de 500 kV entre Río Diamante, Charlone y O’Higgins, que facilitará la evacuación de energía desde Cuyo y parte del Comahue. Este corredor permitirá incorporar nuevas fuentes renovables y convencionales.
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La tercera gran obra irá de Puerto Madryn a Bahía Blanca, pasando por Choele Choel. Mejorará el enlace entre la Patagonia y el sistema troncal. También destraba proyectos renovables que hoy están frenados por falta de infraestructura.
Las tres forman parte del Plan de Contingencia 2024–2026, que detectó zonas críticas donde el consumo creció más rápido que la red. La planificación la encabezó la Secretaría de Energía junto con CAMMESA, ATEERA y el Consejo Federal Eléctrico.
El sistema actual sufre cuellos de botella, cortes frecuentes y altos costos por generación forzada. En muchos casos, se debe activar generación cara y contaminante para compensar zonas aisladas del sistema troncal.
“Estas obras no solo evitarán apagones, también bajarán los costos estructurales del sistema”, advierten desde el sector. La obra AMBA I, por ejemplo, reducirá la necesidad de generación ineficiente y aliviará la saturación de las estaciones Ezeiza y General Rodríguez.
El nuevo esquema de concesión implica que la empresa privada invierte, construye, opera y mantiene la infraestructura. El Estado define el repago a través de tarifas reguladas. Los usuarios abonarán el costo final durante los próximos años.
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Todavía no hay fecha para el inicio de las obras. Según técnicos del sector, por su magnitud no estarían listas antes del verano 2027/2028.
El panorama actual refleja años de desinversión. Desde 2017 no se construyen líneas troncales nuevas. En el AMBA, la última gran obra eléctrica fue en 2006. Hoy, el 35% de las instalaciones ya cumplió su vida útil.
En paralelo, la demanda eléctrica aumentó un 20% en diez años, pero la red creció apenas 8%. Ese desfasaje saturó el sistema nacional. Los apagones masivos de los últimos veranos son una consecuencia directa.
A esto se suma el avance del proyecto "Alma-GBA", que busca instalar baterías de almacenamiento eléctrico en nodos críticos del conurbano. La convocatoria atrajo fuerte interés del sector privado.
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La licitación de las tres líneas estructurales abre una nueva etapa. El plan completo incluye u$s6.600 millones en obras y más de 5.600 kilómetros de tendido eléctrico, lo que representa un aumento del 40% respecto a la red actual.
El Estado apuesta a atraer inversión privada sin comprometer presupuesto nacional. Pero aún queda por resolver el impacto en la tarifa de los hogares, que ya vienen golpeados por aumentos y pérdida de poder adquisitivo.
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