

Huracán logró un triunfo resonante en el Tomás Adolfo Ducó al vencer 1-0 a Boca, que continúa sin encontrar respuestas en medio de un momento crítico. El gol del Globo fue obra de Matko Miljevic, quien, con un derechazo impecable, rompió el cero a los 20 minutos del segundo tiempo. El Xeneize sigue sin conocer la victoria en el Torneo Clausura y acumula preocupaciones tras una nueva derrota.


Boca llegaba golpeado tras la eliminación en Copa Argentina ante Atlético Tucumán, y buscaba levantar cabeza en Parque Patricios. Sin embargo, la imagen que dejó fue aún más preocupante que el resultado. El equipo de Russo mostró carencias en todas sus líneas y nunca pudo imponer condiciones ante un rival correcto, pero sin grandes luces.
El tanto de Miljevic fue una joya técnica que selló el destino del partido. El número 10 del Globo recibió de frente al arco, se acomodó y sacó un remate seco que venció a Marchesín. La pelota entró pegada al palo, dejando sin chances al arquero, y desató la euforia en las tribunas.
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Más allá del resultado, el hecho más insólito de la tarde fue la salida inesperada de Miguel Merentiel antes del inicio del segundo tiempo. El delantero uruguayo había regresado al campo de juego con sus compañeros, pero fue reemplazado en el último segundo por Milton Giménez. “Me sorprendió, no sabía que salía”, confesó más tarde alguien del entorno cercano al futbolista.
La reacción de Merentiel fue elocuente: en lugar de quedarse en el banco, se fue directamente al vestuario, visiblemente contrariado. No es común ver esa actitud, menos en un jugador con experiencia. Su enojo dejó al cuerpo técnico expuesto y generó interrogantes en el mundo Boca.
El rendimiento de Merentiel en la primera mitad tampoco ayudó. Completó apenas nueve de trece pases, perdió siete pelotas y no remató al arco. Russo justificó la salida como una "decisión táctica", pero no convenció a muchos.
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En el banco y en el vestuario se percibió un ambiente tenso. Varios jugadores evitaron hablar con la prensa y nadie aclaró oficialmente la situación del cambio. La falta de explicaciones aumentó el desconcierto general.
Boca necesita más que resultados: requiere estabilidad y un plan de juego que aún no aparece. Los cambios repentinos y la falta de conexión entre entrenador y plantel preocupan a los hinchas. Huracán, en cambio, mostró orden, efectividad y carácter para quedarse con una victoria valiosa.
Mientras el Globo celebra y escala posiciones, el Xeneize queda atrapado en una espiral de dudas. En La Bombonera saben que no hay más margen para seguir perdiendo puntos. El futuro inmediato exige respuestas claras, adentro y afuera de la cancha.
















