El Hospital Naval al borde del vaciamiento: 560 despidos y paro inminente

“Sin trabajadores no hay Hospital Naval”, gritaban frente al edificio los empleados que este jueves activarán un paro ante un anuncio demoledor: la Armada no renovará el convenio que sostiene desde hace 34 años el funcionamiento del centro médico, lo que implicaría el despido de 560 personas.

El Hospital Naval de Buenos Aires, fundado en 1946, quedó en la mira tras la decisión de la Armada de disolver el acuerdo con la Fundación de Sanidad (FUSANA) a partir del 31 de diciembre. Desde 1991, ese convenio garantizaba la operatividad del hospital.

“Exigimos garantías: continuidad laboral, respeto al convenio y a la antigüedad”, reclamó Héctor Daer, secretario general del gremio de Sanidad y referente de la CGT, que encabezó una manifestación en defensa de los trabajadores.

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Según el gremio, las cesantías alcanzarían una indemnización total de $20.000 millones, mientras que el hospital quedaría reducido a funciones mínimas, muy por debajo de su infraestructura actual: 350 camas, 10 quirófanos, laboratorios y 39 especialidades.

Desde la Armada salieron al cruce. Negaron el cierre y afirmaron que “no se privatiza nada”, pero remarcaron que buscan “poner en regla la gestión” para organizar la transición del personal que fue sumado por FUSANA a lo largo de los años.

Pero el trasfondo es más profundo. La crisis del Hospital Naval se suma al estado crítico del IOSFA, la obra social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, que acumula una deuda de $160.000 millones y acaba de sufrir su segunda renuncia directiva en siete meses.

“Cortaron coberturas, tratamientos y medicamentos. Hay fallas en infraestructura y servicios”, denunciaron afiliados del sistema, que representa a más de medio millón de personas y es la tercera obra social más grande del país.

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El nuevo rumbo quedó en manos de Bettina Surballe, exdirectora del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros, quien reemplaza a un titular que el propio ministro Petri había defendido semanas atrás.

“Hay una vida organizada detrás de cada trabajador del hospital”, advirtieron los manifestantes que anunciaron el paro para el 31 de julio. El conflicto sigue abierto y la incertidumbre también.