El PRO afloja tensiones y Milei se asegura votos para blindar sus vetos en Diputados

Aunque el Congreso sigue semivacío por el receso invernal, el oficialismo no baja el ritmo de las negociaciones políticas. Javier Milei espera hasta el último minuto para firmar los vetos que desataron un nuevo tironeo legislativo, mientras su mesa chica trabaja para blindarlos.

La jugada apunta a rechazar el aumento a los jubilados, la continuidad de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad, tres proyectos que contaron con amplio respaldo opositor. Pero para insistir, esa oposición necesita dos tercios de los votos. El Gobierno solo debe reunir un tercio para bloquearla.

Guillermo Francos, Martín Menem y Gabriel Bornoroni encabezan las gestiones con los bloques amigos y los sectores indecisos, con especial atención en el PRO y los gobernadores. La meta: juntar al menos 87 votos que respalden a Milei.

El foco volvió a posarse sobre el PRO, tras la abstención de nueve diputados amarillos en la sesión por el aumento jubilatorio. Esa señal preocupó a los libertarios, que temían una ruptura interna que pusiera en jaque el blindaje.

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Sin embargo, las señales actuales muestran un realineamiento del PRO con el oficialismo. Aunque hay dudas puntuales, la mayoría del bloque que encabeza Cristian Ritondo parece haber bajado el tono y estar dispuesto a acompañar.

Álvaro González y Héctor Baldassi se mantendrán en disidencia, ligados al larretismo. María Eugenia Vidal, en cambio, se debate entre abstenerse o votar en contra: “A los argentinos no nos pongan a elegir entre malo y horrible”, declaró. Y agregó: “Cuando el Presidente dice que hay que cuidar el equilibrio fiscal, tiene razón. Pero no le damos respuesta a los jubilados”.

Silvia Lospennato mantiene silencio. Su vínculo con los libertarios se deterioró tras la caída del proyecto de Ficha Limpia y la interna en CABA, donde encabezó la boleta sin respaldo pleno del oficialismo. En su entorno aseguran que aún no definió su voto.

Sofía Brambilla está atada a las negociaciones del gobernador correntino Gustavo Valdés, su jefe político. Si Valdés cierra con el oficialismo en la previa electoral, es probable que Brambilla acompañe. Lo mismo ocurre con Ana Clara Romero, alineada con Ignacio Torres en Chubut.

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Los nombres en duda no alteran el optimismo libertario. “El resto se va a terminar alineando”, repiten en los pasillos del Congreso. Laspina, Sotolano, Ardohain, Besana y Casas están en la lista de votos seguros, según afirman desde el bloque oficialista.

El martes pasado, Martín Menem anunció un interbloque con la Liga del Interior, que incluye a seis radicales díscolos que fueron apodados “radicales con peluca”. Con ese acuerdo, La Libertad Avanza sumó 49 votos sólidos, a los que se agregan tres del MID.

A eso podrían sumarse apoyos de Innovación Federal, un bloque clave que responde a gobernadores del norte y que aún no blanqueó postura. Según cálculos libertarios, podrían conseguir al menos cuatro votos allí.

La UCR también aparece en la mira. Pamela Verasay y Lissandro Nieri, cercanos a Alfredo Cornejo, y Rodrigo de Loredo, jefe de bloque, negocian con el Gobierno. Un acuerdo en Córdoba podría sellar sus votos.

“El bloque radical está dividido”, reconocen desde ambos frentes. Pero en el oficialismo repiten: “Todavía falta, pero estamos cerca”. La estrategia incluye presión política, promesas de campaña compartida y acuerdos a futuro.

En el PRO reconocen que un rechazo a los vetos tendría consecuencias. “Sería un problema serio en los mercados. Hay que evitarlo como sea”, advirtió un legislador con experiencia.

El lunes Milei firmará los vetos. Luego será el turno de la oposición, que deberá definir cuándo tratar la insistencia. Algunos quieren hacerlo ya, para impactar en la campaña. Otros temen darle al Gobierno otra victoria parlamentaria.