Fernando Sanjiao llega con "Quemado": catarsis, risas y verdades sin filtro en la Patagonia

“Estoy quemado, y de eso hablo”. Así resume Fernando Sanjiao la esencia de su nuevo espectáculo, un unipersonal de stand-up que convierte el hartazgo diario en carcajada. El show recorre el país y este fin de semana aterriza en Comodoro el viernes 8, Madryn el sábado 9 y Trelew el domingo 10, con una promesa a los oyentes de #LA17: “De principio a fin, te duele el cuerpo de reírte”.

"Quemado" mezcla monólogo, interacción digital y observación aguda, sin perder la frescura que caracteriza a Sanjiao desde sus inicios. El público participa, pero sin presión ni incomodidad: escanea un QR, responde una encuesta anónima y algunas respuestas se cuelan en el show. Improvisación al paso, sin invadir.

“Yo también odio que me saquen al escenario”, confiesa el humorista, con honestidad cruda. Por eso eligió un formato donde el contacto con la gente fluye sin incomodar.

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Sanjiao comenzó el año celebrando sus 20 años de comedia y ahora transita este nuevo show con salas llenas y público fiel. “Hay una conexión muy directa con la gente, el stand-up tiene eso. Acá no hay personajes: soy yo hablando con vos”, explica.

“Quemado” surgió desde el hastío mismo: el colapso mental, el estrés, la rutina, todo eso que compartimos y que, en manos de Fernando, se transforma en catarsis colectiva.

"La comedia argentina explotó", dice, y lo celebra. Desde sus inicios en cafés porteños hasta las giras por el país y festivales internacionales —incluido un viaje inminente a Canadá—, el humor de Sanjiao se volvió referencia para una generación.

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“Estamos hechos para reírnos de nuestras propias desgracias”, dispara, sin solemnidad. Y funciona: el público sale del teatro sintiéndose más liviano.

En cada ciudad, Fernando suma algo local. Se nutre del entorno, observa, apunta y dispara con precisión. Asegura que la experiencia en vivo no se compara con un video en redes. Es otra dimensión, otra energía. Una terapia grupal donde nadie sale ileso, pero todos se van contentos.