
Soledad Pastorutti habla desde Arequito sobre su familia, sus hijas y la vocación artística como trabajo y esfuerzo
Otros Temas03/08/2025
REDACCIÓN
Arequito no es solo un punto en el mapa. Para Soledad Pastorutti, es su raíz, su refugio, su mundo entero. Allí nació, creció y decidió quedarse, incluso cuando la fama la empujaba a otro ritmo.


“Cantá para papá”, le decía Omar Pastorutti, el hombre que la impulsó desde las primeras peñas rurales. Su mamá, Griselda Zacchino, profesora de danzas, también aportó lo suyo al fuego artístico que Soledad cultivó con entrega.
OTRAS NOTICIAS:
La cantante lleva años cuidando su vida privada con firmeza. “No tengo ganas de recibir la opinión de alguien que no conozco sobre cómo es alguien de mi familia”, confiesa. Esa frontera entre lo público y lo íntimo sigue siendo parte esencial de su día a día.
Hoy, sus hijas Antonia y Regina, ya adolescentes, empiezan a asomarse al mundo. “Trato de respetar sus decisiones. Es la vida misma, pero más virtual”, dice sobre el rol de las redes sociales en esta etapa.
OTRAS NOTICIAS:
Soledad no impone caminos. Observa, acompaña y escucha. “Las dos quieren ser artistas, pero ya vieron que no es tan fácil como creían. Saben que ser artista es trabajar”, afirma con orgullo.
En una escena familiar, Regina lanza una broma a su abuelo: “¡Abuelo, vos la metiste en esto a mamá!”. Entre risas y cariño, la artista deja ver la trama profunda de una historia construida a base de esfuerzo.
OTRAS NOTICIAS:
“Hay que estudiar, hay que trabajar, hay que esforzarse”, repite Soledad. Y lo dice desde el ejemplo, ese que vale más que mil discursos.
Fuente: Revista Gente

















