Investigan a un presunto asesino serial en Jujuy: harán nuevos rastrillajes en su casa

La causa contra Matías Jurado, acusado de ser un posible asesino serial en la provincia de Jujuy, continúa con medidas clave. El hombre permanece detenido con prisión preventiva por cuatro meses, mientras la Justicia espera resultados de laboratorio y evalúa los restos encontrados en su vivienda.

La investigación apunta a al menos cinco víctimas desaparecidas, todas en situación de calle. El fiscal Guillermo Beller confirmó que en los próximos días se realizará un nuevo rastrillaje en el barrio Alto Comedero, especialmente en la casa del imputado y sus inmediaciones. El objetivo es hallar más pruebas que vinculen a Jurado con las desapariciones.

Por el momento, el detenido está imputado únicamente por el homicidio de Jorge Omar Anachuri, de 60 años. Fue visto por última vez el viernes 25 de julio, y aunque su cuerpo no apareció, las autoridades aseguran que hay pruebas que confirman que Jurado fue el responsable del crimen.

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Durante los allanamientos, los investigadores hallaron restos óseos, piel humana y prendas en la vivienda del acusado. El fiscal ordenó que se realicen análisis genéticos para determinar si corresponden a las víctimas reportadas. “Estamos a la espera de los resultados de ADN para avanzar con nuevas imputaciones”, indicó Beller.

Los otros desaparecidos son Juan Carlos González (60), Juan José Ponce (51), Miguel Ángel Quispe (60) y Sergio Alejandro Sosa (25). Todos desaparecieron en fechas cercanas y compartían el mismo entorno de vulnerabilidad social, lo que alimenta la hipótesis de una selección deliberada por parte del sospechoso.

Un dato inquietante fue aportado por el sobrino de Jurado, de 16 años. Según declaró ante la Justicia, “todos los viernes el acusado llevaba a diferentes hombres a su casa, donde tomaban alcohol”. La fiscalía presume que en ese contexto podrían haberse cometido los homicidios.

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La modalidad se repite: encuentros semanales, consumo de bebidas alcohólicas y desapariciones sin rastros. La casa del imputado se convirtió en el centro de las investigaciones, y los rastrillajes se extenderán hacia zonas aledañas, donde podrían haber sido ocultados restos u objetos personales.

El fiscal Beller sostuvo que las pruebas recolectadas hasta ahora son “contundentes” pero aclaró que “falta determinar si hay más víctimas”. El perfil del acusado y su posible patrón de conducta activaron alertas en el sistema judicial provincial, que ahora analiza también casos antiguos de personas desaparecidas con características similares.

Fuente: NA.