La camioneta volcada.
Un vuelco llamó la atención este martes por la tarde en la doble trocha entre Puerto Madryn y Trelew. Un pastor evangélico de 53 años perdió el control de su camioneta Toyota Hilux al intentar alcanzar una botella con agua mientras manejaba. El accidente ocurrió justo en la curva que da inicio al descenso hacia la ciudad, metros antes del conocido monumento al dinosaurio.
La distracción fue mínima, pero el resultado terminó siendo espectacular. El vehículo se desvió bruscamente hacia la izquierda, cruzó el cantero central con yuyos y terminó volcado sobre el carril contrario. Afortunadamente, no venían autos de frente.
“Quise agarrar la botella y me fui”, habría dicho el hombre mientras era asistido por personal médico. El impacto lo dejó desorientado y con un golpe en la cabeza. Aunque las heridas fueron leves, debió ser trasladado en ambulancia al Hospital Zonal de Trelew para una evaluación más completa.
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La camioneta quedó de costado, con daños visibles en el techo y el parabrisas. El accidente no involucró a otros vehículos, pero el operativo obligó a cortar media calzada por más de una hora. Policía del Chubut trabajó en el lugar y realizó las pericias correspondientes.
Vecinos que pasaban por la zona aseguraron que el conductor viajaba solo y a velocidad moderada. El siniestro se produjo apenas terminó la curva, donde la visibilidad mejora, pero cualquier maniobra brusca puede terminar mal. El terreno estaba seco y las condiciones climáticas eran normales.
El pastor viajaba rumbo a Trelew luego de una visita a su comunidad en Madryn. Según comentaron fuentes cercanas, se encuentra fuera de peligro y en buen estado general. El vehículo fue retirado por una grúa y quedó a resguardo mientras se define el peritaje.
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El episodio vuelve a exponer uno de los factores más comunes en los siniestros viales: la distracción. En este caso, no hubo alcohol ni exceso de velocidad. Solo un gesto cotidiano al volante que bastó para perder el control.
“Un segundo de distracción te puede costar la vida”, repiten los especialistas en seguridad vial. En esta ocasión, el final fue leve. Pero pudo ser mucho peor.
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