Imágenes desde el aire revelan la destrucción total de Gaza que Israel busca ocultar

Desde el cielo, Gaza aparece como una ciudad fantasma. Las imágenes tomadas esta semana desde un avión militar alemán muestran kilómetros de escombros, barrios arrasados y zonas donde ya no queda nada en pie.

“Las comunidades del norte de Gaza, que yo conocía bien, están arrasadas. No queda nada de ellas”, narró Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC, que voló en uno de los aviones que lanzan ayuda humanitaria. Vio la destrucción con sus propios ojos, pero Israel le prohibió filmarla.

“Los israelíes no quieren que grabemos por la ventana la devastación en Gaza”, denunció Bowen. No fue el único. Otros periodistas internacionales también confirmaron restricciones durante los vuelos que transportan alimentos y suministros básicos.

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Las imágenes filtradas contrastan con el relato oficial israelí, que niega tanto los niveles de destrucción como la hambruna que golpea a más de un millón de personas. UNICEF advierte que “todos los menores de cinco años están en riesgo de malnutrición aguda”, mientras colapsan los servicios de nutrición, agua potable y asistencia sanitaria.

Los lanzamientos aéreos de comida tienen efecto mínimo. Según Bowen, “son simbólicos, algo que se ve bien en televisión”. Aun así, siguen siendo una de las pocas formas en que la ayuda logra ingresar al territorio bloqueado.

En las fotos tomadas por la fuerza aérea alemana se ven ciudades reducidas a polvo, con restos de estructuras aisladas en medio del vacío. Otros planos muestran los campamentos improvisados donde se hacinan los desplazados internos.

Desde la semana pasada, aviones de Jordania, Emiratos Árabes, Francia, Reino Unido y Alemania sobrevuelan Gaza para lanzar paquetes humanitarios, ante el colapso total de la infraestructura.

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Israel mantiene un control estricto sobre el ingreso de recursos, alimentos y prensa. A pesar de los reclamos internacionales, impide el acceso de reporteros a la zona de conflicto, lo que agrava el apagón informativo y bloquea el monitoreo independiente.

Organismos humanitarios advierten que la situación ya no es emergencia, es catástrofe. La comunidad internacional reacciona con gestos, pero los sobrevivientes esperan alimentos que no alcanzan y atención que no llega.

Gaza es hoy una trampa sin salida, donde las bombas destruyeron hospitales, escuelas y hogares, y el hambre hace el resto. Las fotos que Israel intenta censurar ya circulan en todo el mundo.