
Cuando la fe se vuelve viral: los curas influencers que conquistan redes y corazones
Otros Temas09/08/2025
REDACCIÓN
El padre Cosimo Schena y el padre Alberto Ravagnani transformaron las redes sociales en un espacio de misión. Allí hablan de Dios, pero también escuchan a quienes sufren. Y, en el camino, conectan con miles de personas que nunca pisaron una iglesia.


Don Cosimo, de 46 años, nació en Brindisi y se presenta como cura, filósofo y psicólogo clínico. Tiene más de un millón de seguidores y 40 millones de visualizaciones. “La enfermedad de este siglo es la soledad”, afirma. Dice que recibe hasta mil mensajes diarios y que muchos sólo quieren ser escuchados.
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En sus publicaciones mezcla poesía, mensajes breves y reflexiones directas. “No sponsoreamos el Evangelio. El lenguaje tiene que ser simple y verdadero”, asegura. También advierte sobre el peligro de que la imagen eclipse el contenido: la belleza atrae, pero no debe vaciar el mensaje.
El padre Alberto, milanés de 31 años, suma medio millón de seguidores. Se define como “cura, youtuber y mucho más”. Critica la falta de presencia juvenil en la Iglesia y la brecha con las nuevas generaciones. “Hay un abismo entre quienes nacieron sin televisión y los que hoy viven en TikTok”, plantea.

Preocupado por la escasa participación de jóvenes en el Jubileo 2025, propone renovar celebraciones y métodos. “La Iglesia también está hecha por los jóvenes. Ellos deben decidir qué procesos iniciar para el futuro”, dice.
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Ambos coinciden en que el mundo digital dejó de ser un terreno ajeno para la fe. “Ya no hay diferencia entre lo real y lo digital”, afirma Cosimo. Alberto lo refuerza: “Si la Iglesia no está en redes, pierde su misión de llegar a la gente”.
En Francia, relatan, hubo un auge de conversiones gracias a testimonios de influencers católicos. Para estos curas, ese modelo puede inspirar a otras comunidades.
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El cierre es una certeza compartida: las redes sociales son la nueva catedral del siglo XXI, un templo sin paredes donde la fe puede llegar a quienes la habían olvidado… o nunca la habían buscado.
Fuente: Infobae

















