El peronismo busca renovarse entre tensiones internas y reveses judiciales

El peronismo atraviesa una etapa de redefinición marcada por tensiones internas, reveses judiciales y la necesidad de recuperar presencia nacional. La transición de Frente de Todos a Fuerza Patria simboliza un intento de renovación, pero los avances se ven opacados por disputas y estrategias que no terminan de consolidarse.

Uno de los golpes más duros para el espacio llegó con la confirmación por parte de la Corte Suprema de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para Cristina Kirchner, figura central en la estructura del Partido Justicialista. La sentencia reconfiguró las posiciones internas, fortaleciendo algunos liderazgos y debilitando otros.

En el plano provincial, Buenos Aires concentra la mayor fuerza electoral del peronismo, pero también enfrenta desafíos. El gobernador Axel Kicillof sostiene políticas propias con recursos provinciales frente al ajuste libertario, aunque el ahogo presupuestario amenaza con reducir su margen de acción y su capital político en plena campaña legislativa.

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A nivel nacional, la falta de unidad en varias jurisdicciones debilita la estrategia de Fuerza Patria, que busca consolidarse como nuevo frente unificado. La exclusión del partido Patria Grande, liderado por Juan Grabois, es uno de los ejemplos más claros de estas tensiones que se trasladan a la campaña.

En las elecciones de 2023, Unión por la Patria logró revertir el resultado de las PASO, alcanzando el 36,78% en primera vuelta y superando a Javier Milei, que obtuvo el 29,99%. Sin embargo, en el balotaje, Sergio Massa fue derrotado con el 44% frente al 55% del libertario, resultado que marcó un quiebre y evidenció la necesidad de una reorganización profunda.

El panorama se complejiza con la irrupción de fuerzas como La Libertad Avanza, que gana terreno en distritos históricamente peronistas. La inflación, el desempleo y la pobreza, consecuencia del fracaso del Frente de Todos y de la crisis profundizada bajo el mileismo, dificultan la aplicación de políticas públicas alineadas con la tradición justicialista.

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La fragmentación interna no es un fenómeno nuevo, pero en este contexto amenaza con limitar la capacidad del peronismo para articular propuestas coherentes que mantengan su relevancia más allá de Buenos Aires. Sin un proyecto claro y consensuado, el riesgo de convertirse en una fuerza con peso únicamente provincial se vuelve cada vez más evidente.

La trayectoria reciente del peronismo combina victorias electorales que no lograron capitalizarse y derrotas que deterioraron la confianza interna. En este marco, la búsqueda de nuevos liderazgos y la adaptación a las demandas sociales actuales se vuelven determinantes para evitar la marginalidad política que alcanzó a otros partidos históricos.

El reto de Fuerza Patria será, en definitiva, lograr que la renovación no quede solo en un cambio de nombre, sino en una reconstrucción real de su base política y su capacidad de convocar a nivel nacional. El tiempo electoral y las condiciones económicas juegan en contra, y la ventana para ese cambio se reduce con cada elección que pasa.

Fuente: NA.