Por primera vez hay menos de 100 mil kioscos en el país tras el cierre de 16 mil comercios en un año
Actualidad10/08/2025
REDACCIÓN
Cierre masivo de kioscos
Por primera vez en décadas, la cantidad de kioscos en la Argentina cayó por debajo de los 100.000. En apenas un año, el número de locales pasó de 112.000 a 96.000, lo que implica el cierre de 16.000 comercios en todo el país, según datos de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).
La reducción responde a una combinación de factores que afectan directamente a la rentabilidad del sector. La recesión económica, la suba de precios, la presión de los costos fijos y la competencia de nuevos formatos de venta están modificando el mapa comercial.
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Para Ernesto Acuña, vicepresidente de UKRA, el kiosco es un ícono de cada ciudad o pueblo, pero hoy enfrenta un panorama crítico. “Están cerrando por varias razones, y la principal es la recesión que se viene arrastrando desde hace tiempo”, señaló.
El dirigente explicó que, además de la merma en el consumo, el rubro compite con canales que antes no ofrecían los mismos productos. Farmacias que venden golosinas, supermercados chinos con cigarrillos o verdulerías con heladeras de bebidas son ejemplos de esta diversificación que resta ventas a los kioscos tradicionales.
Otro factor que incide es la variación de precios según la ubicación. Acuña mencionó que un alfajor triple puede costar en promedio $1.500, pero en zonas con alquileres más altos o con personal en relación de dependencia, el valor se incrementa, afectando la competitividad frente a otros puntos de venta.
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La caída de las ventas agrava la situación. En los últimos dos años, el volumen comercializado en kioscos se redujo un 40%. Solo en el último verano, las bebidas —uno de los productos más demandados en esa época— registraron una baja de entre el 30% y el 35%. Muchos clientes optaron por segundas marcas o cigarrillos más económicos.
Datos de consultoras privadas confirman la tendencia. Según Scentia, en junio el consumo de bebidas alcohólicas en kioscos y almacenes cayó un 18,1% interanual, mientras que las sin alcohol retrocedieron un 4,9%. En productos para desayuno y merienda, la baja fue del 2,5%. La única suba se dio en las golosinas y otros “impulsivos”, con un crecimiento del 15,7%.
Las estadísticas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también reflejan la crisis. En julio, las ventas de alimentos y bebidas descendieron un 5,6% mensual, acumulando cuatro meses de caídas consecutivas. La pérdida del poder adquisitivo sigue siendo el principal freno al consumo y golpea especialmente a los comercios de cercanía.
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La volatilidad cambiaria añade un condimento más. Acuña advirtió que, con el salto del dólar en las últimas semanas, varias cadenas recibieron listas con fuertes aumentos en productos de consumo masivo, un fenómeno que suele repetirse en cada proceso electoral.
Para el sector kiosquero, el problema no se limita a vender menos. El desafío es sostener la estructura, cubrir costos y adaptarse a un consumidor que compra con mayor cautela. El cierre de miles de locales no solo implica una pérdida económica, sino también la desaparición de un punto de encuentro barrial y un símbolo de cercanía.
Fuente: Infobae
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