
STJ anula juicio por violencia de género tras permitir un interrogatorio intimidante a la víctima
Chubut12/08/2025
Sergio Bustos
El Superior Tribunal de Justicia de Chubut anuló la absolución de Roberto Bubas y ordenó un nuevo juicio, tras concluir que el tribunal que lo absolvió dejó a la víctima en una situación de indefensión y revictimización. El caso involucra una denuncia por amenazas, golpes y lesiones graves realizada por su expareja, María Luján Pérez Terrone.


En la resolución, el STJ sostuvo que “se desconoció la normativa convencional y constitucional de género (…) Es inaceptable que el tribunal haya permitido que el inculpado interrogara directamente a la víctima, exponiéndola a un escenario de revictimización y reproduciendo dinámicas de poder que el sistema judicial debería erradicar”.
Durante el juicio oral de junio de 2024, las juezas María Tolomei, Yamila Flores y Eve Ponce le otorgaron a Bubas el beneficio de la duda y lo absolvieron. Con el voto unánime de los ministros Camila Banfi, Mario Vivas, Andrés Giacomone, Silvia Bustos y Ricardo Napolitani, el Superior ordenó ahora repetir el proceso.
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La sentencia remarcó que “el derecho de defensa no es absoluto” y que debía equilibrarse con la obligación de garantizar un juicio seguro y libre de violencia para la denunciante. Según los jueces, “persiguió sin lugar a dudas vulnerar la dignidad de la víctima, someterla a interactuar con quien presuntamente la agredió, exacerbando el daño emocional y psicológico padecido”.
El fallo describe que el tribunal permitió que Bubas interrogara personalmente a su expareja, sin límite ni control, lo que generó una situación intimidante que derivó en que la mujer rompiera en llanto. “En la forma de mirar a la testigo, el tono de la voz, el imputado ya sabía lo que iba a provocar en ella”, se detalla.
Las imágenes del juicio muestran que el acusado “superó a las partes e incluso dominó al tribunal. Condujo el interrogatorio de forma intimidante y ofensiva; cuestionó a sus defensores; sembró desconfianza y generó un ambiente hostil”. La pasividad de las magistradas, advierte el STJ, “permitió un entorno intimidante, que afectó la equidad del proceso y vulneró el derecho de la víctima a un juicio libre de violencia institucional”.
Además, el acusado interrogó de forma intimidante a familiares de la denunciante. A la madre y a la tía de Pérez Terrone también les hizo preguntas que, según la sentencia, tuvieron un efecto ilegítimo y humillante.
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El Superior consideró probado que “la revictimizó privándola de un proceso sensible que no la expusiera innecesariamente a nuevos daños y a situaciones que reproduzcan o agraven lo ya sufrido”. Para los jueces, el tribunal original “subestimó los efectos traumáticos” y permitió una dinámica contraria a las obligaciones del Estado argentino en materia de derechos humanos.
El fallo recordó que en casos de violencia de género, “es obligación del tribunal garantizar un entorno seguro y libre de revictimización”, evitando situaciones que perpetúen el control o la intimidación del agresor.
Este caso marca un hecho inédito: es el primer juicio por violencia de género que deberá repetirse en Chubut por falta de perspectiva de género, sentando un precedente sobre la responsabilidad judicial en estos procesos.
















